miércoles, 10 de febrero de 2010

Desde la concepción hasta la manifestación/ Por Douglas Bottorff

Desde la concepción hasta la manifestación
Por Douglas Bottorff
 
 
Hay muchos ingredientes involucrados en traer una idea a expresión. Concentrémonos en cuatro de ellos: imaginación, fe, acción y descanso.

La base para la demostración de cualquier tipo se basa en que la imaginación produzca una idea, una imagen mental clara. Si no tienes una idea de lo que deseas, será difícil que lo logres.

El segundo ingrediente es la fe. Debes creer que es posible lograr tu idea antes de que se manifieste. La fe es para una idea lo que el agua y la tierra son para una semilla. Las Escrituras nos dicen que la fe es “La fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).

El tercer ingrediente es la acción. Cuando combinas la fe y la acción con una idea, siempre lograrás resultados. Desarrolla un plan concreto y organizado para traer tu idea a la manifestación. Trabaja fielmente en ese plan y obtendrás resultados.


Cuando hayas hecho todo lo que sabes, es tiempo de cesar en tu trabajo y descansar en el conocimiento de que Dios obra por medio de ti para establecer el bien que deseas manifestado. Este estado de descanso es un dejar ir interno de cualquier lucha o esfuerzo que puedas estar experimentando a causa de la falta de confianza en Dios.

Asegúrate de que estos cuatro ingredientes estén presentes cuando trates de demostrar una idea. Encontrarás que puedes traer a manifestación casi cualquier cosa en la que creas.


Tomado de Growing Your Spiritual Garden

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