jueves, 13 de octubre de 2011

Lección 2: El Viaje/ Por John McCurdy

Lección 2: El Viaje
Por John McCurdy


Y así fue, queridos amigos, que salieron en el más grandioso viaje que haya habido.

Todos salimos en este gran viaje, porque cada uno de nosotros es Todo Lo Que Era. Cada persona, cada ángel que existe en cualquier lugar, es Todo Lo Que Era.

Ustedes no son una parte de Todo Lo Que Era. Sabemos que es difícil para su mente entender esto, pero ustedes son Todo Lo Que Era. Ustedes no son una parte de alguna grand unicidad que incluye a todos los demás. Sabemos que se les ha dicho eso, pero es un malentendido. Tú, querido amigo, eres tu propio único Uno.

Cuando el Espíritu hizo esa pregunta, “¿Quién soy?” explotó en un billón de billones de sí mismo, y le dio a cada uno de ésos sí mismos su propia identidad única, absoluta y soberana. Ustedes, queridos amigos, cada uno de ustedes, es único. Cada uno de ustedes es pleno y completo en sí mismo. Cada uno de ustedes tiene todo el poder creativo que alguna vez haya sido. Es parte de ustedes. Es su derecho de nacimiento. Es lo que ustedes son.

Tú eres Dios, querido amigo. No eres un fragmento de Dios, o un aspecto de Dios. Tú eres Dios, y eres todo lo que Dios alguna vez haya sido. Dejen que penetre, queridos amigos.

Oh, existe mucho más en cuanto al misterio de Dios. La verdadera esencia de Dios no se puede describir. No se puede poner en palabras. Pero ustedes son eso, queridos amigos. Ustedes son Dios también. Y son como un gran creador como jamás ha existido. Jamás.

Así que se embarcaron en una grandiosa aventura. Salieron a descubrir su creadorazgo, a descubrir cómo funciona. Y oh, enfrentaron desafíos. Por un lado había ahora un billón de billones de otros creadores en el universo, y cada uno de ellos tenía su propia idea de cómo debían ser las cosas, al igual que ustedes.

Pero cuando miraron a ésos otros no vieron creadores soberanos, porque ustedes no se sentían como un creador soberano. Cuando miraron a su alrededor, vieron lo que parecía ser un espacio finito, y estaba lleno de otros ángeles como ustedes. Y llegaron a creer que ésos otros ángeles podían afectarlos, y porque ustedes lo creyeron, lo hicieron.

Así que crearon. Oh, crearon grandiosos universos; planetas, soles, galaxias, más de lo que podrían imaginar desde su perspectiva humana. Empezaron a crear, y luego alguien se presentó y dijo que ustedes estaban equivocados, que no debían crear tales cosas, o que debían crearlas de esta manera en vez de la forma en que las habían creado.

A veces les creyeron, y cambiaron su creación para complacer a esa otra persona. A veces no les creían en absoluto, y siguieron creando de la forma en que querían, y luego ellos se molestaron. Entonces ellos empezaron a interferir con su creación. Empezaron a crear sus propias cosas en el espacio de ustedes, cambiando lo que habían creado, entonces ustedes se molestaron mucho. Luego se pelearon con ellos y los ahuyentaron, o quizás ellos los ahuyentaron a ustedes. Esto continuó por lo que podrían considerar mucho tiempo, y durante todo, más y más ustedes perdían confianza en sí mismos.

Llegó un punto en que la batalla entre los ángeles llegó a ser tan intensa que la creación comenzó a detenerse, empezó a disminuir. Comenzó a tomar más tiempo crear. Todo comenzó a disminuir. Esto los alarmó, y a los otros. Miraron a su alrededor y dijeron, “Tenemos que hacer algo, porque si la energía sigue disminuyendo podríamos dejar de existir.” Pero no sabían qué hacer, porque estaban tan atrapados en las batallas que no sabían cómo detenerlas.

Por fin una reunión se invocó, con representantes de todas las familias de los ángeles de todas partes. Estos representantes se reunieron y dijeron, “Tenemos que hacer algo.” Muchas cosas se discutieron, y una serie de planes fueron creados.

Uno de esos planes fue crear un planeta en algún lugar fuera en el extremo de una galaxia desconocida, donde todo podía ser lento, donde los ángeles pudieran bajarse a la densidad de la biología y luego reproducir algunas de las cosas que habían pasado con el fin de llegar a una nueva comprensión. Y así, la Tierra fue creada.

En términos humanos, tomó mucho tiempo transformar esta roca en el espacio. Un ángel llamado Gaia vino, y empezó a infundirle vida a la Tierra. Infundió su propia esencia en la Tierra, y la hizo cobrar vida.

Así de poderosos son como un creador, queridos amigos. El ángel Gaia no es diferente a ustedes. ¡Ustedes tienen la capacidad de infundirle vida a cualquier cosa que quieran!

Y así Gaia le infundo vida a la Tierra, y luego ustedes vinieron. Muchos de nosotros vinimos a la Tierra en ese momento, y a través de un proceso muy difícil y a menudo aterrador, bajamos nuestras energías a la biología de la Tierra. Llevó mucho tiempo de experimentación antes de que por fin aprendiéramos a habitar plenamente un ser biológico, hasta que por fin, en los tiempos que han sido llamados Atlantis, nos decidimos por la forma humana y nos pusimos a trabajar juntos en la Tierra.

Regresamos una y otra vez. Aprendimos, luchamos, discutimos, hicimos las paces y luego la perdimos, una y otra vez. La belleza del sistema era que podíamos regresar una y otra vez. Vivíamos una vida—a veces era corta, a veces era más larga—y luego moríamos y regresábamos, en parte, a nosotros mismos.

Queridos amigos, hay una parte de ustedes que dejaron atrás. Hay una parte de ustedes que nunca ha estado en la Tierra. Esa parte estaba escondida en un lugar seguro, como en un capullo, mucho antes de que vinieran a la Tierra. La escondieron para mantenerla a salvo, y han estado separados de esa parte desde antes de que la Tierra fuera creada. Incluso cuando morían no regresaban a eso. Cuando morían regresaban a lo que podríamos llamar los reinos Cercanos a la Tierra, a los reinos que estaban cerca de la Tierra. Se acordaron un poco de quiénes eran, pero en su mayor parte ni siquiera recordaban en ese momento, y regresaban de nuevo a la Tierra tan pronto como podían. Vida tras vida, han estado aquí en la Tierra.

Oh, pensaron que eran tan pequeños. Todavía piensan que son tan pequeños. Pero queridos amigos, escuchen esto: ¡Ustedes se encuentran entre los más valientes y más grandiosos de los ángeles que han existido jamás!

Cuando salió la convocatoria de voluntarios para este proyecto peligroso y arriesgado, este gran experimento, casi todo el mundo dijo, “Yo no,” y se contuvieron. Pero ustedes, queridos amigos, ustedes dijeron, “Yo iré.” Ustedes eran los líderes. Aún son los líderes, incluso si no lo saben.

Así que vinieron a la Tierra. Se permitieron olvidar quiénes eran; se permitieron pensar que eran pequeños. Y durante eones de tiempo, durante muchas, muchas vidas, han jugado el juego del pequeño. Han llevado a cabo los argumentos y los desacuerdos y las batallas que habían ocurrido antes, y queridos amigos, ¡han aprendido tanto!

Ahora el viaje está llegando a su fin. ¡Ustedes han encontrado la respuesta, queridos amigos! Puede que aún no sea evidente para su mente, pero la han encontrado. Ustedes, y todos los demás aquí en la Tierra. Y ahora ha llegado el momento de que recuperen todo lo que son.

Han estado fragmentados. Se han fragmentado a sí mismos. Cuando primero dejaron atrás esa esencia divina de ustedes en ese capullo, se fragmentaron. Cuando vinieron a la Tierra sólo una porción de ustedes entró en la biología, así que se fragmentaron de nuevo. En cada vida un nuevo fragmento fue creado, y dentro de esas vidas muchos, muchos fragmentos fueron creados. Nosotros los llamamos aspectos de ustedes. Y ahora queridos amigos, al término de este viaje, ha llegado el momento de reunirse.

Oh, no se trata tanto de reunirse con su fuente, porque ustedes son eso. No se trata de reunirse con todos los demás, porque ellos son sus propios seres. Se trata de reunirte contigo, querido amigo. Eso es lo que han añorado todo este tiempo: el reencuentro con su propio sí mismo. Ahora ha llegado el momento de recordar quiénes son, y de recuperar su creadorazgo.

Ahora ha llegado el momento para que vuelvas a casa, querido amigo, pero el hogar no está en algún lugar allá afuera en el cielo o en alguna otra dimensión. El hogar está aquí mismo dentro de ti, querido amigo, dentro de tu cuerpo. Está justo aquí, en tu corazón.

No eres tú el humano el que vuelve a casa, querido amigo, porque tú estás en casa. Es tú el ángel, es tú lo divino, es todos tus aspectos, todos ésos fragmentos de ti; todos ellos vuelven a casa ahora a ti, aquí mismo, en esta vida, en este cuerpo que habitas en este momento.

Tú no vuelves a casa cuando mueres. En cambio, simplemente regresas a la Tierra, hasta que por fin descubres que tú estás en casa, y entonces te llevas eso a donde quiera que vayas.

Queridos amigos, su esencia divina está lista para volver a casa a ustedes. La parte de ustedes que escondieron en un capullo, la esencia misma de quienes ustedes son. Oh, ustedes pensaron que tenían que volver a ella. Pensaron que ahí era donde estaba el hogar. Pero queridos amigos, el hogar está aquí, dentro de ustedes.

Es el ustedes que ha estado allá afuera sosteniendo un equilibrio para ustedes todo este tiempo, es ese ustedes el que vuelve a casa ahora, y con él viene el recuerdo de todo lo que son. Con él viene su creadorazgo verdadero y consciente.

¿Están listos, queridos amigos? ¿Están listos para permitir que todas estas otras partes de ustedes vuelvan a casa? ¿Están listos para poseerlas, para sentirlas, para recordarlas? ¿Están listos para aceptar su creadorazgo divino completo? ¿Están listos para ser el ser soberano que son?

No contesten demasiado rápido, porque este no es un proceso fácil, queridos amigos.

Con su creadorazgo viene la responsabilidad absoluta. Ya nunca podrán culpar a otra persona, a otro ángel, a otro ser en cualquier lugar, por nada.

Y oh, ésas partes de ustedes, ésos aspectos de ustedes, han estado separados por una razón. Están separados porque ustedes no podían lidiar con ellos. Están avergonzados de ellos. Tienen temor de ellos. Han sido cosas y hecho cosas de las que están horriblemente avergonzados. Ellos han matado a gente, han torturado a personas. Han sido asesinados, y han sido torturados. Y han estado escondidos en vergüenza y terror.

Queridos amigos, es hora de que ellos vuelvan a casa. Ustedes no pueden seguir adelante sin traerlos a casa, pero cuando ellos vuelven ustedes van a tener que sentirlos. Van a tener que recordar, y van a tener que aceptarlos.

¿Están listos, queridos amigos? Este será el proceso más difícil por el que alguna vez hayan pasado en todo su tiempo como un ángel y como un humano. Y será el más grandioso, el más maravilloso, el más satisfactorio, y el más glorioso. Porque queridos amigos, cuando vuelven a casa a ustedes todo cambia. Cuando vuelven a casa a ustedes, nunca estarán solos de nuevo. Nunca más carecerán de nada que necesiten. Cuando vuelven a casa a ustedes, experimentaran un gozo que nunca han conocido, y una realización.

Oh, la vida de un creador es una vida realmente grandiosa. La vida de un maestro ascendido, porque eso es en lo que se están convirtiendo, es una vida magnífica.

Así que queridos amigos, ustedes van a hacer esta transición en algún momento, porque así simplemente son las cosas. Ustedes no pueden ocultarse de sí mismos para siempre, pero tienen que tomar una decisión ahora mismo. Si van a continuar en este viaje con nosotros tienen que optar por permitir que este proceso ocurra. Si no, va a crear el infierno en sus vidas. Estarían mejor si dejan este libro, o este programa de audio, y continuar con su vida. Está bien si lo hacen. Está totalmente bien.

Pero queridos amigos, si han llegado al punto en el que ya no pueden seguir como han sido las cosas, si están listos para hacer lo que sea para volver a casa a ustedes, entonces hagan esa elección ahora.

Elijo hacer lo que sea para enamorarme de mí mismo, para darle la bienvenida a cada parte de mí, para aceptar plenamente todo lo que he sido y todo lo que he hecho. Elijo recuperar todo lo que yo soy, y volver completamente a casa a mí.

¿Pueden decir eso, queridos amigos? ¿Pueden asumir la responsabilidad ahora, por su creadorazgo?

De ser así, entonces los invitamos a seguir adelante con nosotros. Los invitamos a unirse a nosotros en un grandioso viaje de descubrimiento de su propio sí mismo, y de crear la vida que siempre han soñado.

¿Están dispuestos, queridos amigos?

Somos completos.
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www.creatorship101.com
Traducido por Maribel González – marigo28@gmail.com
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