jueves, 20 de octubre de 2011

Lección 11: Empiecen una Nueva Historia/ Por John McCurdy

Lección 11: Empiecen una Nueva Historia
Por John McCurdy


Queridos creadores, en esta lección queremos hablar de historias. Porque en cierto sentido, queridos amigos, toda la vida es una historia.

Se podría decir que cuando Todo Lo Que Era se hizo esa grandiosa pregunta, “¿Quién soy?” comenzó a contarse a sí mismo una historia. Pero queridos amigos, cuando un creador cuenta una historia se convierte en lo que los humanos llaman “realidad”, y se convierte en mucho más que palabras e imágenes. Adquiere forma, y toma forma. Cuando un creador cuenta una historia se convierte en una experiencia.

Por lo tanto queridos amigos, ustedes se han estado contando una historia durante mucho tiempo, y desde el puro principio de ustedes. Oh, ha sido una gran historia. Ha sido una historia tan grandiosa que se les olvidó que era una historia. ¿Por qué acaso no es esa la mejor clase de historia, queridos amigos? Cuando van a ver una película, ¿acaso no la juzgan por lo bastante que los atrae, y por la facilidad con que se pierden en ella y se olvidan de quiénes son durante un breve espacio de tiempo?

Así que se contaron una gran historia, y compartieron esa historia con muchos, muchos otros. Y a través de esa historia han tenido grandiosas experiencias, y han obtenido enorme sabiduría. Han aprendido tanto, queridos amigos. Han aprendido tanto sobre ustedes, y sobre quiénes son.

Y ahora queridos amigos, esta historia está comenzando a llegar a su fin. Ustedes están comenzando a regresar a ustedes, porque saben que el final está cerca. Están empezando a recordar que ustedes son el cuentacuentos.

Así que queridos amigos, aquí dentro de la historia hay muchas, muchas historias más pequeñas; un argumento secundario, se les podría llamar en una película. Existe la historia de esta vida suya en la Tierra. Dentro de eso existen las historias de sus padres, de aquellos que les dieron nacimiento en esta vida.

Hay una historia de lo que les sucedió a medida que fueron creciendo. Algunos de ustedes han nacido de padres ricos, algunos de pobres. Algunos de ustedes tuvieron padres agradables. Algunos de ustedes tuvieron padres que los odiaban, que estaban resentidos con ustedes y desearon que no hubieran venido. Algunos de ustedes tuvieron padres que fueron buenos con ustedes, que los amaban. Algunos de ustedes tuvieron padres que no se preocuparon por ustedes, y que abusaron de ustedes. Para algunos de ustedes otras personas abusaron de ustedes, u otras personas llegaron y fueron amables con ustedes.

Tienen una historia de quiénes son ahora. Y queridos amigos, esa historia es la continuación de todas las historias que se fueron antes.

Así que nos gustaría que se tomaran un momento y se pusieran en contacto con algunas de sus historias. Porque queridos creadores, eso es todo lo que son. Historias. Y pueden cambiarlas, porque eso es lo que hace un creador.

Un creador se cuenta así mismo una historia, y si no le gusta la experiencia de esa historia, la cambia. Un creador cambia la historia, la convierte en algo diferente, algo más agradable. Se llama expresión, queridos amigos, e imaginación. Así que si quieren recuperar su creadorazgo, es hora de ponerse en contacto con las historias de su vida y cambiarlas.

¿Están cortos de dinero todo el tiempo? Entonces échenle un vistazo a las historias de su vida. ¿Estaban sus padres cortos de dinero todo el tiempo? Entonces se echaron encima esa historia.

Algunas de estas historias se remontan a muchas, muchas vidas. Muchos de ustedes han hecho votos en otras vidas, prometieron servir a los demás, prometieron negarse el bien propio, hicieron votos de pobreza y de servilismo. Y queridos amigos, muchas de esas historias se siguen realizando en su vida.

Existe una historia común que la humanidad asumió hace mucho, mucho tiempo, que tienen que ganarse la vida; que tienen que trabajar duro para tener las cosas que quieren en la vida, y las cosas que necesitan. ¡Es sólo una historia, queridos amigos! Eso es todo lo que es, y se puede cambiar. Pero primero hay que echarle un vistazo a las historias que se están contando a sí mismos.

Cuando muchas personas se enteran de las historias, tratan de ignorar o negar las historias que se están contando. Piensan, “Oh, simplemente puedo contar una historia nueva. ¡Puedo empezar a contarme una historia de que soy rico! Pero la mayoría de las veces, queridos amigos, no funciona, porque hasta que no reconozcan las historias que se han estado contando, las mismas seguirán ocurriendo.

No se trata de su mente, queridos amigos. No se trata de las historias que están ocurriendo en su mente. Son mucho más profundas, y no es necesario identificar a todas y a cada una mentalmente. Pero es necesario reconocerlas: Me he estado contando un montón de historias acerca de quién soy, y de dónde vengo, y lo que estoy haciendo aquí, y estoy listo para liberar esas historias, porque ya no me sirven. Estoy listo para una nueva historia.

Y entonces se pueden imaginar una nueva historia. Pero tienen que prestar atención, porque las viejas historias van a tratar de aparecer aquí y allá. Los podrían llamar sistemas de creencias. Los podrían llamar hábitos inconscientes del pensamiento.

El otro día le preguntamos a alguien, “¿Cuándo vas a estar listo para cambiar la historia de que eres pequeño, de que eres débil?”

Este querido respondió, “Voy a estar listo para dejar de contarme esa historia cuando ya no sea cierto.”

Y dijimos, “¡Querido creador, no funciona de esa manera!”

Una historia dejará de ser cierta cuando dejen de contarla, y no antes. Porque cada vez que se dicen que son débiles, que son limitados, que no están listos para entrar plenamente en su creadorazgo; cada vez que se cuentan esa historia, se hace realidad. Cada vez que se dicen que no son lo suficientemente fuertes para comer menos azúcar, o para defenderse y decir su verdad cuando sea necesario, o por lo que sea que se sientan limitados en su vida, queridos amigos; cada vez que se cuenten esa historia, la hacen real.

Ahora bien, por lo general no funciona sólo comenzar a contarse otra historia en su mente. Es un buen lugar para empezar, pero tienen que ir mucho más profundo que eso. Y antes de que la nueva historia pueda arraigarse, tienen que parar la vieja historia.

Entonces, ¿cómo se hace eso? Bueno, en primer lugar, la dejan de contar. Se detienen cuando se escuchan a punto de decir, “Soy débil,” o “Soy limitado,” en cualquier sentido. Se detienen y no dicen nada, y luego lo formulan de nuevo. Pueden comenzar con algo un poco más suave como, “Solía ser débil. He luchado con esto en el pasado.” Siguen dándole a la historia algo de realidad, pero al menos la están poniendo en el pasado e iniciando el proceso de desconectarse de ella.

Ustedes descubren sus historias, queridos amigos, prestándole atención a las palabras que dicen en su vida diaria, y en las cosas que hacen todos los días. Y luego cambian ésas palabras, y cambian ésas acciones. Toman decisiones diferentes.

Toman decisiones sobre la base de una nueva historia, una historia de que son fuertes. Pueda que no se sientan fuertes, pero no importa. Cuanto más cambien esa historia de que son débiles; más la replantean y actúan como una persona fuerte actuaría, y hablan como una persona fuerte hablaría, más eso se convertirá en su realidad.

Lleva tiempo, pero no tanto. Se requiere que se presten atención, pero no hace falta hacer mucho procesamiento. Se requiere que sean conscientes de ustedes mismos, se observen, y hagan una nueva elección.

Oh, habrá una parte de ustedes que brincará y dirá, “¡No puedo contar esa nueva historia, porque es una mentira!”

¡Querido creador, es sólo una mentira porque han hecho a la otra cierta!

Pero no es más que una historia, queridos amigos. ¡No hay verdades o mentiras! Sólo existe lo que eligen.

Entonces, ¿qué historias te estás contando, querido amigo? ¿Qué historias estás viviendo?

¿Cuáles son las historias que estás listo para cambiar?

Casi todas las personas en este planeta están atascadas en la historia de su pasado. Casi todas las personas en este planeta dirían, “Soy lo que soy debido a lo me pasó en el pasado.” Y si le preguntan a alguien quiénes son, les devuelven una historia sobre quiénes han sido.

Querido creador, tú no eres tu pasado, porque tu pasado es sólo una historia. No tiene más realidad que la película que viste la semana pasada.

Se siente real, porque sigues haciéndola real. Te la sigues contando una y otra y otra vez, y eso, queridos amigos, es lo que vuelve realidad las cosas.

Es hora de una nueva historia, queridos amigos. Es hora de soltar esas viejas historias. Son un creador magnífico, y pueden elegir una película diferente cada vez que quieran.

Así que dediquen unos minutos a ponerse en contacto con sus historias. Tómense su tiempo, hagan una lista de todas las diferentes historias que se están contando a sí mismos. Oh, enumeren las buenas tanto como las malas. Anótenlas, queridos amigos. Sólo tráiganlas a su conciencia, y luego inicien una nueva historia.

Pongan esas historias en el pasado, como si fueran películas que vieron en su pasado. Y ahora están saliendo del cine, y entrando a un nuevo cine y la pantalla está en blanco, completamente en blanco.

Y ustedes son el director, y pueden poner lo que quieran en esa imagen. Pueden agregarle cualquier tipo de música que quieran. Pueden ambientar la región que quieran. Pueden describir las circunstancias como sea que las quieran. Depende totalmente de ustedes, queridos amigos. Pero tienen que tomar esa elección, y luego tienen que seguir el impulso de esa elección. Tienen que hablar desde esa elección, y vivir de ello.

Llevará un poco de paciencia, porque ésas viejas películas son hábitos muy arraigados. Pero incluso eso, queridos amigos, es una historia.

Así que comiencen a soltarlas. En lugar de decir, “Soy débil”, o “Soy…” lo que sea, digan, “He sido…. Hubo un momento en el que tuve problemas con eso, pero me estoy convirtiendo en algo nuevo.” Y luego hablan y actúan desde ese lugar.

Requiere compromiso, queridos amigos. No va a cambiar su mundo exterior de la noche a la mañana, pues esa fue una de las razones por las que se creó la Tierra: para desacelerar las cosas.

En los otros reinos la creación ocurría tan rápido que no había tiempo para comprenderlo. Un ángel pensaba en algo y aparecía de repente en la realidad. Y eso provocaba otros pensamientos, y muy pronto las cosas estaban sucediendo tan rápido que la conciencia no podía mantener el ritmo. Así que se creó un lugar en el que todo pudiera ser más lento, para que hubiera tiempo de entender lo que estaba sucediendo y aprender de ello.

Así que den tiempo. Toma un poco de tiempo, ¡y eso es algo bueno!

Comprométanse a contarse una nueva historia, y a vivir de esa historia en lugar de su pasado.

Somos completos.
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http://www.creatorship101.com/
Traducido por Maribel González – marigo28@gmail.com
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