jueves, 17 de noviembre de 2011

Lección 34: El Amor Más Grande/ Por John McCurdy

Lección 34:
El Amor Más Grande
Por John McCurdy


Queridos creadores, el amor más grande que se puede expresar a cualquier otro ser, es amarse a sí mismo. Es expresar su verdadero sí mismo.

El mayor servicio que se puede realizar para el mundo o para cualquier otro ser, es permitir que su verdadera expresión resplandezca.

Muy a menudo los humanos pasan por la vida viviendo la expresión de todos los demás, haciendo lo que otros quieren que hagan, diciendo las cosas que ellos piensan que los demás quieren oír. Y lo hacen en nombre del amor, y de no herir los sentimientos de la otra persona, y se entregan a sí mismos en servicio, pensando que, al hacerlo, benefician a la humanidad. Pero queridos creadores, es justo lo contrario.

Al renunciar a sí mismos para servir a los demás, en realidad toman más energía de ellos de la que les dan. Cuando se hace las cosas que otra gente desea, en lugar de lo que se quiere, en realidad se les está desempoderando a ellos y a ustedes. Cuando se dice las cosas que se cree que la otra gente quiere escuchar en lugar de hablar su verdad, se les roba energía a ellos y se establece una dinámica que tarde o temprano – y para ustedes, queridos creadores, será antes – dará lugar a mucho más dolor y daño que si simplemente se hablara su verdad en el momento.

Miren queridos creadores, cuando se está en su verdad, cuando se está en su propia expresión clara, cuando se permiten decir lo piensan y se hace lo que se dice, y cuando se opta por hacer las cosas que les sirven, entonces se le agrega energía al mundo. Se convierten en un faro brillante de plenitud, y en lugar de tomar energía, en realidad se da energía sin siquiera intentarlo.

El problema más grande que el mundo tiene en este momento es que muchas personas están tan enfocadas en todos los demás, en lugar de sí mismos. Cuando se enfocan en cuidarse, en vivir para ustedes; cuando se vuelven lo suficientemente egoístas para ponerse en primer lugar, para decir las palabras que quieren ser dichas, que ustedes quieren decir, y para hacer las cosas que les traen a ustedes gozo, le servirán al mundo más profundamente de lo que alguna vez le han servido en todas sus vidas en la Tierra.

Cuando le dicen su verdad a la gente que los rodea, sí, puede ser que se enojen. Algunos de ellos podrían salir de su vida. Pero querido creador, si ese es el caso ellos ya no pertenecen a su vida, y es hora de dejarlos ir. De lo contrario, vas a crear miseria para ti y para ellos.

Sin embargo, la mayoría, después de su enojo inicial de que ustedes ya no los alimentan, haciendo lo que quieren que hagan o diciendo lo que quieren que digan, van a empezar a verlos en una nueva luz, y se sentirán más atraídos a ustedes.

A todo el mundo le gusta una persona que está llena de sí misma, que puede decir su verdad; que dice su verdad sin titubeos, y que vive desde un lugar de gozo y no desde un lugar de servicio y de cuidar de los demás.

A la gente le gusta la gente así. Se sienten atraídos a ellos, porque se sienten bien a su alrededor. No se sienten agotados a su alrededor, porque esa persona no se alimenta de su energía. Quieren estar cerca de ellos, porque esa persona es un brillante ejemplo para ellos.

Deben recordar, queridos creadores, que cada persona es un creador ellos mismos, lo sepan o no, y están creando su propia experiencia, sea lo que sea.

Cuando ustedes juegan a sus deseos, cuando se inhiben con el fin de proteger sus sentimientos, cuando renuncian a lo que quieren debido a lo que ellos quieren, se niegan no sólo su propio creadorazgo, sino el suyo también. Están metiéndose en la mentira de que tienen algún poder para crear en su experiencia o que ellos tienen algún poder para crear en la suya.

Queridos amigos, sólo hay una manera de mantener una relación verdaderamente sana con los demás, y es soltar esa relación todos los días.

Se debe hacer su relación con ustedes su relación primordial, porque sólo entonces se puede ser el creador que se estaba destinado a ser, y sólo entonces se puede verdaderamente amar a otra persona. Y sólo entonces se puede ser de cualquier servicio significativo para el mundo.

Oh, muchos de ustedes se opondrán. Muchos de ustedes ven las relaciones a su alrededor que parecen lo suficientemente sanas, y las personas involucradas están totalmente comprometidas a servir a los demás. Pueden haber experimentado una relación como esa en su vida, pero, ¿cómo está funcionando ahora, queridos amigos?

Miren, una relación como esa puede funcionar en el sueño hasta cierto punto, donde ambas personas son inconscientes y están dormidas, donde el objetivo principal de la relación es la compañía y la perpetuación de la especie. Pero aún así no funciona del todo bien, y ellos sólo pueden permanecer en ella porque están demasiado dormidos para que les importe o para hacer algo diferente.

Probablemente han notado que no ha estado funcionando muy bien en su vida últimamente. Eso se debe a que se está despertando, y ya no se pueden relacionar con los demás desde un lugar de estar dormidos o de la manera en que lo hicieron cuando estaban dormidos. Se debe hacer primordial a su propia relación con su propio sí mismo, y se debe tratar a la relación con el cuidado, el respeto, y la consideración con los que se habría tratado a una relación con su amante más querido en el pasado.

Dicen, Bueno, ¿y qué pasa con los grandes santos, personas como la Madre Teresa y otros, que pasaron sus vidas dando desinteresadamente a los demás?

Queridos amigos, ellos estaban viviendo una parte maravillosa del juego. Estaban viviendo una maravillosa experiencia, y participando en las experiencias de todos los demás, pero la verdad permanece: estaban tomando tanto o más energía de aquellos a quienes sirvieron de lo que dieron. No era visible en la superficie, pero lo hacían, y si se mira más profundamente se puede ver. Aquellas queridas almas, muchas de ellas pasarán por muchas vidas más a medida que aprenden a volver a casa a ellos mismos, y entonces van a servirle a la humanidad de una manera mucho más grandiosa de lo que alguna vez lo hicieron.

Así que queridos creadores, el amor más grande es amarse a sí mismos. Y como dice la maravillosa canción, el amor más grande que se puede enseñar a sus hijos es que se amen a sí mismos, que sean leales a sí mismos por encima de todo.

El amor más grande que le pueden mostrar a cualquier otro, y el mayor servicio que pueden realizar para el mundo, es amarse a sí mismos, es ser leales a sí mismos, es vivir para sí mismos, es poner sus propias necesidades por encima de las necesidades de cualquier otra persona.

Ustedes saben lo que les dicen cuando se suben a un avión. Les hablan de las máscaras de oxígeno, les dicen que si ésas máscaras llegan a caerse, que hay que ponerse la propia antes de ayudar a otro a ponerse la suya. Deben ponerse su máscara incluso antes de ponerle la máscara a su hijo, porque si no lo hacen es probable que ambos mueran. Porque si no cuidan de sí mismos primero, es muy probable que no serán capaces de cuidar de los otros.

Pues lo mismo es cierto en toda la vida, queridos amigos. Si no cuidan de ustedes primero no tienen nada que darle al mundo, o a la gente querida a su alrededor. Y terminarán, terminan, robando más energía de ellos de la que dan.

Oh, todos han visto a personas que son realmente egoísta, que van por la vida engrandeciéndose a sí mismos, haciéndose mejor que todos los demás. Y no estamos hablando de eso, queridos amigos.

Esas personas se sienten tan pequeñas y tan inseguras que la única manera que conocen para sentirse mejor acerca de sí mismos es alimentarse de la energía de los demás, de hacerse parecer importante. Y no estamos hablando de eso.

De eso no se tratan ustedes, queridos amigos. Si están resonando con este material, entonces están mucho más allá de eso, y conocen la diferencia.

Un creador comprende su grandeza, y la grandeza de todos a su alrededor. Un creador no tiene necesidad de hacerse más importante que nadie más. Un creador simplemente se hace cargo de él o ella misma, y se yergue confiado en su propia grandeza. Y desde ese lugar un creador puede ver la grandeza de todos, sin importar el tipo de experiencia que están creando.

Un creador puede mirar a la persona que está en el más bajo de los lugares y ver a Dios. Un creador puede mirar a esa persona con tanta compasión que él o ella pueden permitir que esa persona tenga su experiencia.

La verdadera compasión, queridos amigos, no es lástima. No se trata de unirse a una persona en su desdicha, y no se trata de intentar cambiarlos o intentar arreglar su vida. La verdadera compasión ve a Dios en la otra persona. La verdadera compasión ve el creador que es esa persona y celebra la grandeza de su creación, aunque no sea la creación que ustedes elegirían.

Esa persona puede estar creando gran desdicha para sí misma, pero esa es su elección, queridos amigos. ¿Pueden dejarlos que la tengan? ¿Pueden dejarlos que tengan la experiencia que ellos han elegido?

Al tratar de arreglarla para ellos únicamente la refuerzan, y les roban su energía y los llevan aún más bajo. Cuando vuelven a sí mismos, recuerden quienes ellos son realmente, y permítanles la libertad de tener su miserable pequeña experiencia, entonces ustedes se convierten en un ejemplo para ellos. Ustedes se convierten en un faro de esperanza, y en un recordatorio, de que se puede hacer una elección diferente. Puede que ellos no lo hagan en esta vida. Pero hará una diferencia, queridos amigos, y su próxima vida será diferente debido a ello.

El amor más grande que se puede expresar a cualquiera, en cualquier lugar, desde su amante más querido a toda la humanidad, es cuidar de su propia creación; es volver a casa a ustedes; ser su propio soberano, sí mismo divino; vivir su vida para ustedes y para nadie más.

Algunos de ustedes dirán, “Eso suena maravilloso, pero tengo hijos y no puedo hacer lo que quiero porque tengo que cuidarlos.” O tal vez hay alguien más que depende de ustedes, y que tienen que cuidar en lugar de a sí mismos.

Y queridos amigos, tenemos que decirles que al hacer esa elección, no les están haciendo ningún favor a sus hijos o a esas otras personas. De hecho, les están robando su energía con el fin sentirse mejor consigo mismos, con el fin de sentir que son una buena madre o un buen padre, o una buena persona.

Queridos amigos, sus hijos serán mucho más felices, y crecerán para ser personas más fuertes, si dejan de ponerlos delante de ustedes. Puede ser que a ellos no les guste, pero la verdad es, queridos amigos, que a los hijos les gusta mucho menos cuando sus padres renuncian a sus vidas por ellos. ¡Y oh, ellos lo saben! Y les hace sentirse desdichados consigo mismos.

Ellos quieren verlos en su plenitud. Quieren verlos viviendo su vida por ustedes. No quieren verlos viviendo su vida por ellos, porque entonces se sienten responsables de su sufrimiento. Y entonces se perpetúa ese sufrimiento, querido amigo. Se lo pasan a ellos. Les enseñan a poner a otros delante de ellos, y luego ellos le pasan ese sufrimiento a sus hijos.

Oh, tan a menudo la gente decide quedarse en la desdicha. Eligen permanecer en relaciones desdichadas, o en trabajos desdichados, debido a sus hijos. Dicen, “Hay que esperar hasta que nuestros hijos crezcan para divorciarnos, o para conseguir un trabajo nuevo, porque los niños necesitan esa seguridad.”

Queridos amigos, están haciendo a sus hijos desdichados. En su corazón de corazones preferirían mucho más que ustedes se divorcien, para que pueda haber paz en la casa y para que puedan interactuar con ambos padres en un entorno tranquilo. Y preferirían mucho más correr el riesgo de no tener suficiente dinero, o incluso comida suficiente que verlos desdichados en su trabajo.

Queridos amigos, ¡no les están proporcionando seguridad! Se están proporcionando una ilusión de seguridad para ustedes, y están alimentando su propio sentido de indignidad con la energía de ellos.

Es hora de volver a ustedes.

Cuando se es leal a sí mismo, cuando se hace lo que se tiene que hacer para cuidarse, entonces son un ejemplo para sus hijos. Ellos son creadores también, queridos amigos, y van a crear lo que necesitan en la vida sin su ayuda.

Cuando se comienza a ser el creador que se es, cuando se comienza a amarse a uno mismo más de lo que se ama a sus hijos, sólo entonces se estará realmente amándolos a ellos.

Y cuando se hace esa elección, queridos amigos, las cosas saldrán bien. Hemos hablado de ello antes.

A la seguridad que se piensa que se están aferrando ahora es una ilusión. Hay un millón de cosas que podrían salir mal en cualquier momento que se los quitaría todo.

Cuando se vuelven a sí mismos encontrarán la seguridad real. Pueda que no sepan lo que va a ocurrir de un momento a otro, y pueda que no sepan cómo van a pagar sus cuentas o cómo se va a comprar la comida de un momento a otro. Pero siempre estará ahí, queridos amigos. Cuando se vuelven a ustedes, cuando se empieza a expresar a su verdadero sí mismo, las cosas cambiarán. Pero lo que se necesita siempre estará ahí.

Eso es seguridad real, queridos amigos, ya que no depende del mundo exterior. Y no hay nada que pueda salir mal a menos que se vuelva su atención hacia el mundo exterior.

Así que vuelvan a ustedes, queridos amigos. Enamórense de ustedes. Expresen su verdadero sí mismo, y si no se puede hacer eso donde están ahora mismo, entonces vayan a otra parte.

Si no se puede expresar a ustedes en el trabajo que tienen, entonces encuentren un trabajo diferente, o inicien un negocio, o cambien su enfoque a lo que sea que les trae gozo. Podría ni siquiera ser un trabajo o un negocio, y queridos amigos no importa, porque cuando se está expresando a sí mismo sus necesidades serán satisfechas. ¡Su alma se encargará de ello!

Cuando se está haciendo activamente lo que les trae gozo, se les guiará. Y de alguna manera, de formas que nunca esperaron, nunca soñaron que fuera posible, las cosas les llegan. El dinero les llegará. Todas las cosas que se necesitan simplemente aparecerán en su vida, y ustedes estarán bien. Sus hijos estarán bien. ¡Pero tienen que dar la cara por ustedes!

Y queridos amigos, no estamos diciendo estas cosas como ángeles que no tienen experiencia en la Tierra. Sólo pregúntenle a John, el autor de este material. Él ha vivido muchas, muchas, muchas vidas en la Tierra, y él está hablando su propia verdad que ha aprendido con la experiencia. Muchos de los que le estamos ayudando con este mensaje hemos estado en la Tierra, hemos descubierto nuestro propio creadorazgo, y sabemos cómo es.

Y ahora hay muchos otros en la Tierra que les dirán lo mismo, que el amor más grande que existe, el amor más grande que se le puede mostrar a cualquiera, es amarse así mismo. Es vivir para sí mismos.

Porque cuando lo hacen se abren a todo lo que son. Se alimentan desde el interior, así que ya no necesitan la energía de los que los rodean. Entonces su alma, su esencia divina, entra y se une a ustedes aquí, y todo lo que se necesita simplemente llega. En el momento en que se necesite, está ahí.

Hay muchas personas en la Tierra que pueden dar fe de ello, queridos amigos, a la verdad de eso, y no son más especiales que ustedes. No son más grandiosos que ustedes. No tienen capacidades o habilidad más allá de las que ustedes tienen. Son sólo humanos, queridos amigos, y están aprendiendo a amarse a sí mismos. Y muchos de ellos ni siquiera son mejores en eso que ustedes. Ellos simplemente han hecho una elección.

Porque eso es realmente todo lo que se necesita. Simplemente hacer la elección, y luego vivir esa elección.

¿Están listos, queridos amigos? ¿Están listos para ser quienes son?

¿Están listos para expresar el amor verdadero, el amor real?

El amor más grande, más verdadero, más real que existe es la expresión de un creador divino como tú.

Somos completos.
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