"UNA DIMENSIÓN NUEVA DE VIAJAR"
LAS RUTAS DE ILUMINACION DE LOS TEMPLOS ETERICOS DE LA TIERRA
Por Antonio Cerdán
En 1969, el investigador británico James Lovelock lanzó al mundo científico una desconcertante hipótesis: “La tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat”. A esta teoría la llamaron “Gaia” en honor a la diosa de la Tierra, tal como era conocida en la mitología griega.
¿Quien podía creer que nuestro planeta fuera una especie de superorganismo en el que, a través de procesos fisicoquímicos, toda la materia viva interactúa para mantener unas condiciones de vida ideales?. Las culturas ancestrales conocían este hecho fundamental que atañe a los habitantes de la Tierra.
Vivimos dentro de un ser cósmico, un ángel constelatorio, Padre y Madre, que nos sostiene con su luz. Este ángel es el creador del organismo planetario, a este ser se le representó en las culturas ancestrales con distintas nominaciones y tipologías: la Diosa, la Pachamama, Isis, la Virgen Negra y, en la actualidad, estaría representada por la Virgen, el Espíritu Santo de la Tierra. En realidad cuando los seres humanos veneran a la Virgen se están comunicando con la Madre Tierra. Para las culturas ancestrales el sol representa el origen de todas las cosas, lo que para nosotros seria Dios. Y la Luna representa a la Madre, la Tierra. De forma que la