miércoles, 22 de febrero de 2012

luna nueva en piscis , 2012/ Por Paloma, Luna de Abril

Luna nueva en piscis , 2012
Por Paloma
Martes 21 Febrero 2012


La luna en Piscis de hoy es la última luna nueva del ciclo astrológico que iniciamos el 21 de Marzo del 2011. Hoy podemos mirar hacia atrás, hacia los pasos que hemos recorrido para llegar aquí, podemos evaluar cuánto hemos crecido, cuanto de lo soñado e intencionado ha germinado, qué hemos cosechado, qué frutos de nuestro jardín hemos saboreado y compartido. El agua de Piscis nos ayuda a disolver cualquier sensación de fracaso, de deuda, de insatisfacción, de culpa o frustración por los sueños incompletos, las intenciones no manifestadas en esta pasada vuelta del sol, a la misma vez que nos invita a prepararnos para la luna nueva en Aries, el mes próximo. La luna nueva en Aries es la apertura de un nuevo ciclo en el cual volvemos a encender el fuego de nuestra voluntad y pasión e iniciamos una nueva etapa, una nueva vuelta en el ciclo eterno de la rueda de la vida, de la transformación y de la manifestación. La luna nueva en Piscis nos ayuda a hacer las preparaciones finales para volver a nacer, nos ayuda a soltar y sembrar las semillas e intenciones que abrirán las puertas de los nuevos caminos que nos esperan.

La luna nueva en Piscis activa las fuerzas transpersonales de la disolución que borran los límites entre nuestro ser y los demás, entre nosotros y el mundo, y entre nuestro mundo y otros mundos. Este es un tiempo muy especial ya que el Sol y la Luna se encuentran en el grado 3 de Piscis , el punto medio entre Neptuno, que está en el primer grado de este signo, y Chirón que está en el grado cinco. La luna canaliza los mensajes de Neptuno y Chirón en un plano cotidiano y accesible a la vez que el Sol permite que nuestra conciencia pueda asimilar esta información.
Bajo esta luna tenemos una apertura muy particular para abrirnos a recibir la sanación que necesitamos, para escuchar la voz interna de nuestra alma creativa y honrar su necesidad de expresión, para honrar la naturaleza divina de nuestro ser y comprometernos diariamente con pensamientos y acciones que la nutran, para acoger y honrar las imágenes y mensajes que emergen de lo profundo de nuestra alma, para atender nuestras necesidades de descanso, de cuido propio y de soledad necesarios para mantener un espíritu saludable, para enfocarnos en restaurar nuestra conexión intuitiva y fortalecer nuestra capacidad de sentir y compartir con el corazón abierto.

La influencia de Neptuno se da en tres planos o frecuencias. En su concepción más elevada Neptuno nos abre a nuevas dimensiones espirituales y nos permite experimentar la unidad a través del amor incondicional. Cuando vibramos en este plano, nuestro ego funciona como una herramienta al servicio de nuestra alma y de nuestro espíritu, vivimos bellas sincronía y fluimos en armonía y paz; experimentamos la divinidad en nosotros y la reconocemos en todos los seres vivientes. Neptuno gobierna a los avatares, seres humanos , mensajeros y maestros, que han manifestado esta conciencia en la tierra y que han abierto los caminos para nuestro despertar. En este plano experimentamos la magia de los milagros y la unidad. Es el estado de meditación profunda, la respiración conciente y amorosa, la contemplación y la entrega , la fe, la confianza.

En un plano intermedio la energía de Neptuno nos habla de todos los procesos de disolución de nuestro ego en los cuales experimentamos las distintas fuerzas que nos habitan. Vivimos la fricción creativa y sanadora de nuestra polaridad y experimentamos el diálogo constante de la materia y el espíritu en nuestra existencia. En este plano buscamos la verdad, buscamos la divinidad, sentimos el llamado de algo más amplio y más profundo . La inspiración, el ensueño y la imaginación son los canales para experimentar esta energía, y todas las manifestaciones artísticas, especialmente la música, nos llevan a las dimensiones superiores de Neptuno. En este plano también nos enfrentamos a ilusión, a nuestras fantasías, nuestros engaños, y a cómo nuestra percepción crea la realidad. La trampa de Neptuno es que borra todo límite, toda frontera, lo cual dificulta mucho nuestra capacidad de diferenciar el sueño creativo del sueño dormido, el sueños colectivo del personal , el misticismo de la enajenación y el buen maestro del falso gurú . Una de las características de los tránsitos de Neptuno es que confunde, crea caos e impide que podamos ver y discriminar con claridad lo que nos rodea. En este plano experimentamos la belleza sublime en contraste con la ilusión más vana.

En su dimensión más densa Neptuno está vinculado a la manipulación de la percepción y a la creación de realidades engañosas, al escapismo, a la desconexión de la fuente espiritual, a las trampas, hechizos, ilusiones del ego y a energías que nos controlan a través de nuestros gustos, hábitos, emociones y deseos sin que tengamos conciencia de su poder en nuestra realidad. En este plano Neptuno es tóxico, venenoso, y nos enferma. Las formas son usadas para engañar y controlar, para manipular y dirigir. Experimentamos este plano a través de las imágenes de la televisión, la publicidad y la prensa, el abuso de sustancias y el consumo excesivo de cualquier experiencia que nos aleja de nuestra esencia. Aquí llenamos el vacío de los planos intermedios y superiores con deseos y necesidades materiales desconectadas del espíritu. En este plan de Neptuno no somos dueños de nosotros mismos y no nos damos cuenta de que somos gobernado o manipulados por fuerzas que nos mantienen profundamente dormidos en un falso sueño.

Chirón por su parte es el maestro que nos enseña el camino de la sanación, de la reconstrucción del vínculo entre el espíritu y la materia en nuestro corazón. La combinación de Neptuno y Chirón en Piscis es potente en la medida que Chirón funciona como un arquitecto que construye un camino para que la energía etérea y líquida de Neptuno fluya, y encuentre cauce y dirección. Chirón nos ayuda a sanar las heridas de nuestra alma para que la fuerza del amor incondicional de Neptuno encuentre un terreno limpio y fértil para brotar.

La órbita de Chirón cruza la órbita de Saturno y de Urano . Es el puente entre la materia de Saturno y el espíritu de Urano. En este sentido lo que estamos experimentando como dolor, sufrimiento , enfermedad es parte de la manifestación de nuestro tránsito por este puente . Chirón nos sana a través de la conciencia. Nos enseña a atravesar este puente de sanación, de reconexión, integrando las lecciones en nuestra conciencia, nos inicia a ser íntegros, a integrar y aprender. En este sentido podemos vivir cualquier desafío en nuestra vida, la enfermedad y la pérdida, por ejemplo, como una oportunidad de despertar a nuevos niveles de conciencia. Chirón en Piscis nos está enseñando el camino hacia la reconexión con nuestra divinidad a través de la sanación de nuestra herida del alma. Nos muestra que el camino de la unidad, la no dualidad, está en llegar a ser íntegros, de integrar espíritu y materia. En este sentido Chirón es el puente entre el cielo y la tierra , y nos enseña que el camino de sanación de nuestra alma es la reconciliación del espíritu masculino y femenino, la luz y la sombra, el bien y el mal, en la unidad.

Esta unidad nos hace inmunes. Uno de los temas bajo esta luna, y para esta nueva era que se abre ante nosotros con el tránsito de Neptuno en Piscis, tiene que ver con nuestra inmunidad. Este es un tiempo en que es fundamental que podamos aprender a fortalecer nuestro sistema inmunológico, nuestras defensas, tanto físicas como psíquicas. Es vital que podamos entender que nuestro sistema de defensas es uno solo, que las manifestaciones de enfermedad que encontremos en el plano físico tienen sus raíces en la dimensión psíquica, el alma. La cura que nos trae Chirón tiene que ver con integrar , sanar, estos dos aspectos de nuestra condición humana, ya que nuestro cuerpo refleja la enfermedad que se origina en los planos invisibles, que los síntomas que emergen en nuestro cuerpo nos hablan de una enfermedad a nivel de nuestra alma, o de nuestro cuerpo energético. Es por eso que Chirón gobierna todas las terapias alternativas a la medicina convencional, ya que esta última está orientada a paliar el síntoma, a atacar y curar el síntoma sin ir hacia las raíces que lo causan. Este camino alternativo a la visión convencional de la salud es un camino de iniciación, ya que en la medida que elegimos ir hacia el origen de lo que causa el síntoma estamos dispuestos a emprender este viaje de transformación. Este proceso nos puede llevar a profundidades y realizaciones que nos despiertan del sueño y la enajenación, ya que en este viaje interior nos encontramos a nosotros mismos y a nuestra verdad, ya que estamos tejiendo internamente el puente conciente entre nuestra alma y nuestro cuerpo.

Nuestro sistema inmunológico físico es el filtro, el radar, que capta todo lo que es nocivo, tóxico, venenoso para nosotros , discrimina y nos protege. Depende del sistema linfático y de nuestra capacidad de eliminar toxinas, por lo tanto está vinculado a nuestro hígado, nuestro sistema digestivo y nuestra alimentación. Piscis gobierna nuestro sistema inmunológico, nuestra sangre y nuestro sistema linfático mientras que Virgo, el signo opuesto a Piscis, está vinculado a nuestra digestión, en particular nuestros intestinos. Cuando la enfermedad emerge a nivel celular en nuestro cuerpo implica que nuestro sistema inmunológico está debilitado, no funciona bien. La realidad es que estamos constantemente expuestos a miles de factores que sin la eficiencia de nuestro sistema inmunológico no podríamos sobrevivir. Cada uno de nosotros genera células cancerígenas a diario, es parte de nuestro proceso biológico, sin embargo cuando el cáncer emerge , crece y se manifiesta lo que constatamos es que algo ha fallado en la capacidad de defendernos, en nuestra capacidad inmunológica. Algo nos ha debilitado.

Uno de los factores que más afecta nuestro sistema de defensas es la tristeza, el sufrimiento, el rencor y el resentimiento, la rabia, las emociones bajas, las situaciones de stress, los duelos, las crisis. Cuando perdemos nuestra capacidad de asimilar y digerir los factores externos a nosotros de manera creativa, de manera lúdica, de manera conciente, abrimos la puerta a energías que tienen un impacto en nuestro sistema de defensas. En este sentido Neptuno en Piscis tiene mucho que ver con nuestro sistema inmunológico psíquico, es decir nuestra capacidad de disolver las ataduras que nos conectan a la negatividad, al sufrimiento, al drama, a la falsedad. Tiene que ver con nuestra capacidad de defendernos de aquello que atenta contra la integridad de nuestra alma.

Un buen sistema de defensas psíquico se reconoce a nuestra capacidad de decir que no, a poner límites sanos ante las demandas ajenas a nuestro tiempo y energía, a cuidar de nuestra necesidades, y a nuestra capacidad de sentir las energías que nos habitan y que nos rodean. Se reconoce a nuestra capacidad a decir que no a nuestras propias partes tramposas y engañosas, a nuestras máscaras, las que nos hacen repetir un hábito que queremos soltar, las que nos distraen de nuestros propósitos, la que nos engancha en roles y patrones que nos impiden crecer, las que nos mantienen adictos y apegados a situaciones repetitivas, a adicciones y a respuestas condicionadas por valores ajenos.

Bajo esta luna nueva tenemos una oportunidad de declarar nuestra alma soberana de toda manipulación interna y externa para poder así sostener un sistema de defensas nutrido por la alegría, por la creatividad, el amor, la belleza y el buen compartir. Esta luna nueva nos invita a tomar conciencia de las acciones que degradan nuestra alma, que no la honran, a soltar relaciones y programaciones que encarcelan nuestra alma en realidades creadas por otros, y a construir límites personales saludables. Este es un buen tiempo para hacer trabajos de sanación, reestructuración energética, rescate del alma, para cortar ataduras energéticas y kármicas , y generar inmunidad contra las influencias parasitarias, internas y externas.

Esta luna nueva nos invita a dejar las máscaras que encubren y distorsionan la expresión de nuestro ser auténtico. Nos invita a salir de adicciones a personas, situaciones, sustancias y toxinas, y a enfrentar en que áreas nos dejamos manipular, engañar , hechizar.

Una de las claves de Chirón en Piscis es hacernos concientes de las fuerzas de manipulación deliberadas que operan desde los reinos invisibles. Neptuno viene a disolver las resistencias de nuestro ego a caminar un territorio más complejo, un camino alternativo a la realidad que nos rodea. Como parte de nuestro proceso evolutivo nos toca integrar nuevos niveles de percepción , nuevas realidades. Esta era de Neptuno en Piscis nos abre la posibilidad de percibir otras dimensiones de una manera mucho más abierta. Nos posibilita sentir y reconocer las energías que tienen poder sobre nosotros . Hay mucho más de lo que podemos ver a simple vista en nuestra realidad tridimensional, y esta luna nueva marca el umbral en el cual podemos sanar, soltar, liberar, cualquier falsedad interna que nos hace vulnerable a estas fuerzas invisibles. Esta luna nueva nos invita a sembrar la semilla de la unidad que nace de la conexión entre el cielo y la tierra en nuestro corazón y que nos hace inmunes.

Piscis y Neptuno tienen que ver con los ojos, la visión, y con nuestra capacidad de rasgar el velo que nos separa de ver la verdad sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. En este sentido esta luna nueva nos puede mostrar la profunda crisis de identidad por la cual estamos atravesando, tanto a nivel individual como colectivo. A medida que los puntos de referencia que hemos construido desde nuestro ego, desde nuestra dualidad, se diluyen, la pregunta de ¿quién soy? se levanta en medio del caos y la confusión. Esta es la herida de la cual Chirón nos viene a sanar. Nos viene a mostrar que la historia de lo que somos y hemos sido no está completa, que la narrativa que hemos vivido hasta ahora como realidad se revela falsa, distorsionada y manipulada. Neptuno nos ofrece la capacidad de crear nuevas narrativas, de atrevernos a soñarnos y a crearnos como queremos ser, de salirnos de tramas dualistas, de la separación ficticia del bien y el mal, de la falsa moral, del engaño, y de abrazar el eje que conecta cielo y tierra con nuestro corazón. Es en este eje que podemos reconstruir nuestra verdad en el mundo, es desde esta unidad interna que podemos abrir caminos de alegría, de celebración, de amor y paz.

Esta luna nueva en Piscis nos invita a sostener nuestra fe por encima de cualquier duda o desafío, nos invita a conectar con nuestra intuición profunda y a honrar sus mensajes , a escuchar con el corazón lo que nuestros ojos nos muestran y ven. Este es un tiempo de perdonarnos por nuestra ignorancia, por habernos dejado engañar, por habernos engañado; es un tiempo para perdonar a nuestros adversarios, internos y externos, a dejarlos ir. Es un tiempo para permitir que se disuelvan nuestra resistencias y limitaciones.

En esta temporada podemos estar pasando por estados de ánimos inexplicables que emergen como oleadas a la superficie, podemos estar experimentando un caos espiritual, una gran confusión interna, podemos estar despertando a una realidad que parece mágica, a un amor y una alegría intensos y profundos. Este es un tiempo para aprender a reconocer las energías propias y las ajenas, a abrirnos a sentir sin miedo. Es un tiempo para aprender a amar sin condiciones y a interrogarnos sobre las condiciones que le ponemos al amor, al encuentro abierto con los seres que amamos. Es un tiempo para preguntarnos qué condiciona nuestra capacidad a abrirnos, a dar y recibir de manera equilibrada, sin expectativas ni demandas, sin sacrificios, sin abusos. Es un tiempo para pedir y aceptar ayuda, y para ofrecerla. Es un tiempo para tejer los vínculos de nuestra comunidad espiritual a través de nuestra disponibilidad a ser y mostrarnos tal cual somos.

Paloma
http://www.lunadeabril.com/
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