viernes, 17 de agosto de 2012

Luna nueva en leo, 2012 :: deseo y merecimiento/ Por Paloma, Luna de Abril

Luna nueva en leo, 2012 :: deseo y merecimiento
Por Paloma, Luna de Abril
Viernes 17 Agosto 2012


Hoy es la Luna nueva en el quinto signo de la rueda astrológica, Leo. Con la Luna nueva en Leo iniciamos una nueva fase en la que estaremos más enfocados hacia nuestra interacción con el mundo, nuestras relaciones, trabajo, crecimiento externo y cómo nos expresamos auténticamente siendo fieles a nosotros mismos en estos ámbitos. Los primeros cuatro signos de la rueda , Aries, Tauro, Géminis y Cáncer, están asociados a procesos internos, al auto conocimiento, vinculados a la construcción de nuestro Yo. Leo, el segundo signo de fuego de la rueda astrológica, nos invita a recuperar la semilla que sembramos en la Luna nueva de Aries y abre la puerta a un nuevo ciclo de manifestación y florecimiento. Ahora bajo esta luna nueva en Leo recuperamos esta llama y le damos continuidad a nuestra visión.

Leo está vinculado a la creatividad y no ayuda a fortalecer nuestra autoestima para poder participar y expresarnos en el mundo plenamente. En esta etapa del ciclo astrológico algún aspecto de nuestra conexión interna está fortalecido y ahora Leo nos ayuda a encarnar el coraje y la valentía de expresar lo que somos en el mundo, con autenticidad, con integridad propia y con la conciencia de que lo que somos impacta a los
demás, al colectivo. Estamos en un lugar diferente a nivel interno y esta Luna nueva nos invita a tomar conciencia de lo que ha cambiado, y a seguir fortaleciendo el proceso de crecimiento y evolución en el que nos encontramos. Este es un tiempo de pausa y reflexión en donde podemos hacer una evaluación de cómo han transcurrido los pasados cuatro meses de nuestra vida y de ampliar nuestra visión de hacia dónde nos queremos mover, qué cambios queremos llevar a cabo, qué queremos manifestar. Tenemos suficiente camino recorrido, suficiente información revelada y suficiente experiencia para ver qué hemos manifestado y qué no hemos manifestado, qué ha funcionado y qué no ha funcionado, y qué pasos y decisiones podemos tomar a partir de ahora .

La astrología de esta pasada primavera y lo que va del verano (otoño e invierno en el hemisferio sur) ha sido intensa y movida, y a partir de hoy hasta mediados de Septiembre, tenemos un tiempo para organizarnos y evaluar nuestras posibilidades y nuestro campo de acción para decidir y crear. Todos estamos creciendo. Todos estamos en un movimiento. Los ritmos y patrones de la Luna nos invitan a abrazar los nuevos ciclos y a crear nuevos patrones en nuestra vida. El mensaje de esta Luna nueva en Leo apunta a que tomemos conciencia del poder de nuestro deseo. Esta conciencia del deseo implica darnos cuenta si nuestro deseo está reprimido, silenciado, olvidado, condicionado o si somos capaces de expresar lo que queremos abierta y libremente. Esta Luna nueva nos desafía a crear nuevas formas y patrones para nuestra vida desde la conciencia de nuestro deseo más profundo y a darle voz, cuerpo, forma a esta expresión más auténtica de nuestro ser. Nos invita a profundizar en lo que deseamos y ser fieles en la expresión de lo que somos.

Desde mediados de Julio estamos en el territorio de las cuadraturas entre Urano en Aries y Pluto en Capricornio que ha generado una apertura nuestro inconciente colectivo que nos empuja al cambio . Estamos viviendo una purificación de nuestra energía de influencias y códigos del pasado vinculadas al sufrimiento y a la violencia, al victimismo y al abuso. La fricción entre Urano y Pluto nos ofrece dos vías de acción : una, vinculada a la rebelión y a la destrucción y la otra vinculada a la evolución y a la regeneración. ¿cuál estamos experimentando? ¿cuál elegimos en nuestra cotidianidad? ¿cuál de las dos se manifiesta en nuestra vida? Si sentimos tristezas, rencores, si estamos faltos de alegría, si nos sentimos víctimas, es tiempo de evaluar que detiene nuestro crecimiento evolutivo, qué miedo late detrás de nuestras emociones más primarias, qué impide que vivamos nuestros deseos más profundos, como lo son la alegría, la creatividad, la plenitud y el gozo.

Esta Lunación está bajo la influencia de la conjunción de Marte y Saturno en Libra. Esta conjunción está abriéndose, por lo tanto el clímax y la intensidad ya ha pasado, sin embargo, su energía aún nos acompaña e influencia. Entre la cuadratura de Urano en Aries y Pluto en Capricornio y la conjunción de Marte y de Saturno en Libra estamos aún de lleno en la energía transformadora y radical que una parte de la astrología de este año nos trae. A mediados de Septiembre estaremos experimentando la segunda de estas cuadraturas, por lo cual estamos a medio camino de esta fase de cambio y transformación.

Saturno gobierna a Capricornio y Marte está exaltado en Capricornio. En este contexto Saturno crea un molde, un espacio y un contenedor a través del cual nuestros deseos pueden arraigarse, echar raíces y crecer. Por otro lado, Marte no está cómodo en Libra, signo que dirige la energía de este planeta hacia las necesidades ajenas, a los demás, y que de alguna manera, limita la expresión vital de la individualidad de Marte, que suele estar orientada a la expresión de la voluntad del Yo. Esta combinación planetaria funciona como un freno que podemos experimentar como lentitud e impaciencia, represión y dificultad en ser asertivos o en abusos de poder y en violencia. En general es una configuración que dificulta el movimiento de nuestras ideas y planes en acciones concretas y que a la misma vez nos ofrece la disciplina y el enfoque para sostener nuestros proyectos frente a las posibles adversidades e incertidumbre de estos tiempos.

Es un buen momento para evaluar nuestras resistencias a las estructuras que Saturno pone alrededor de nuestros deseos ya que Libra está vinculado a Venus y Venus siempre quiere algo. ¿quién asume un rol represor en nuestra vida? ¿limitamos o reprimimos los deseos de alguien? ¿qué relaciones reflejan la frustración de no poder vivir en plenitud nuestros deseos más profundos? ¿qué relaciones nos empoderan a través de la estructura y el compromiso que nos ofrecen? ¿en qué área de nuestra vida estamos aprendiendo a estar solos y en qué área de nuestra vida estamos aprendiendo a colaborar? ¿nos atraen relaciones difíciles de manifestar en la materia, por falta compromiso, situación geográfica, diferencias de visión? ¿ qué relaciones se han convertido en un campo de batalla? ¿qué relaciones reflejan nuestra evolución? ¿qué relaciones nos permiten ser y expresarnos libremente? ¿qué cambio, despertar, sorpresa, actitud inesperada, encuentros y desencuentros han ocurrido desde mediados de Julio hasta ahora?

Marte y Saturno nos ayudan a usar la energía para planificar y para enfocar nuestra atención y energía en un plan determinado en vez de expresarnos a través de manifestaciones desenfrenadas de nuestro deseo . Aunque el espacio material en el que nos movemos parezca incierto y no nos invite a comprometernos con una acción determinada, sí podemos sostener un enfoque interno, un ancla interna en nuestro deseo más profundo, y atravesar la incertidumbre del “cómo“ hacerlo con la confianza de que si nos mantenemos fieles e íntegros a nuestra visión, esta se abrirá paso y nos ofrecerá las pistas de qué puertas cerrar y cuáles abrir.

Esta configuración planetaria nos invita a asumir nuestra responsabilidad con la energía que movemos a nuestro alrededor y de evaluar qué impacto dejan nuestras acciones y elecciones en el tejido colectivo en el que nos expresamos. ¿qué huella dejamos detrás nuestro paso por la vida de otros? ¿nos armonizamos o luchamos por imponernos? Bajo esta Luna y con los tránsitos que la influencian es un buen momento para tomar conciencia de que vivir el deseo personal es una cosa y que este deseo tenga un impacto negativo en nuestro entorno es otra. ¿cómo nos ven los demás? ¿qué dicen de nosotros? si el reflejo que recibimos es crítico, difícil de aceptar y nos hace sentir como niños pequeños, es hora de interrogarnos si nuestra relación con nuestro deseo es infantil o madura, si actuamos consecuentes con nuestra integridad y si nos expresamos en los círculos adecuados.

Saturno limita la expresión de nuestro enfado que puede escalar hacia la rabia y afectar nuestra salud. Si reprimimos la rabia estamos usando energía vital del conflicto en violencia hacia nosotros mismos. El conflicto es un espacio vital de intercambio. Aprender a manejarnos en el conflicto, sin confundirlo con ataque y defensa, abuso o dominio, es un paso importante en la madurez necesaria para manifestar proceso de armonía y paz. Este es el tejido del amor en acción. No es un campo de batalla, es un territorio creativo. No es una guerra, es una obra de arte. Todo vínculo es creativo. Cuántos de nuestros esquemas sobre cómo deben ser nuestras relaciones, sobre lo que es amar, el placer, el sexo, la monogamia, las relaciones abiertas o cerradas, condicionan nuestra apertura, nuestro bienestar, nuestra libertad de ser.

Admitir nuestros deseos puede implicar para algunos un proceso de cura y de sanación vinculados a la liberaciónn de la culpa, del pecado, de la vergüenza; o de expectativas ajenas que condicionan y bloquean el plan de nuestra alma, sean estos condicionamientos sociales, culturales o religiosos , emocionales o espirituales. La liberación de la culpa es un camino que nos lleva a reaprender a ser, a reaprender a amarnos, y a reaprender a conectar con nuestra energía sexual y creativa. Venus gobierna nuestro deseo de amar y de ser amados, nuestra capacidad de entregarnos al amor y al placer. Durante esta Luna nueva en Leo, Venus se encuentra en las aguas profundas de Cáncer, signo vinculado a la Luna, y hace una oposición con Pluto en Capricornio. Esta configuración nos habla de una oportunidad para liberar y regenerar patrones antiguos con relación a nuestra sexualidad, a nuestra creatividad, a la relación que tenemos con el sexo, el amor, a cómo amamos, cómo disfrutamos, o no, del placer sexual; si vinculamos placer a sexo, sexo al amor, placer y amor, miedo al amor, miedo al sexo, placer y sufrimiento y amor al dolor. ¿cuánto miedo al amor o al sexo o a nuestra creatividad tenemos almacenado en nuestro interior, oculto en lo profundo de nuestro ser? ¿cuál la historia o novela que hemos heredado con relación al sexo, al amor y al placer?¿cuánto trauma atraviesa nuestra experiencia, la de nuestras familias y la de nuestros ancestros?¿qué mitos, imágenes, fantasías, románticas y sexuales, condicionan y limitan la expresión de lo que somos y de cómo queremos compartirnos? ¿qué nos atrae y nos asusta? ¿que rechazamos?

Estamos atravesando un proceso de despertar psíquico energético en el cuál nos vamos dando cuenta de que nuestra capacidad de expresar nuestro amor y nuestra sexualidad libremente está limitada por antiguos moldes que han vinculado la sexualidad con pecado, dominio y poder, control y represión y el amor con romance , conquista , y seducción y que no hemos tenido acceso a saberes más profundos que vinculan la alquimia del amor y la sexualidad a un camino de despertar y de evolución. Estas influencias represoras invisibles pueden manifestarse como una incapacidad para intimar, disfunciones sexuales, promiscuidad, libido bajo, miedo a la entrega, entre otras. También puede actuar de manera más sutil, como una sensación de insatisfacción y vacío general, como una falta de entusiasmo creativo, como de estar perdidos, sin ancla, en búsqueda de placeres fáciles y entretenimiento, y con dificultades para el compromiso.

Esta Luna nueva en Leo nos invita a fortalecer nuestra autoestima, nuestro valor propio, como camino para borrar las huellas de los condicionamientos que no nos permiten vivir el gozo con plenitud, que no nos permiten traspasar estas limitaciones y amar y disfrutar el camino que caminamos. Este es un buen momento para observar cómo manejamos nuestra energía sexual, fuente de nuestra energía creativa y creadora, y darnos una oportunidad para aprender a jugar y a disfrutar plenamente. El amarnos, el aceptarnos, el valorarnos más allá de cualquier visión negativa construida o heredada de nosotros mismos nos fortalece y nos da el valor para desear más allá de lo que hemos aprendido a merecer.

Esta Luna nueva nos invita a trabajar en nuestro merecimiento a través de la recuperación de una Verdad sobre nosotros mismos que es Sagrada. Nuestra Energía Sexual es Sagrada. Somos sagrados. La Vida se genera desde el Intercambio Sagrado que se da a través de la Unión Sexual. Si esta verdad es un pecado, implica que somos producto del pecado, por lo tanto como pecadores, merecemos el sufrimiento y el castigo. Esta creencia nos tiene profundamente atrapados en unos intercambios afectivos distorsionados, en relaciones basadas en la carencia, en la necesidad, en el uso y el abuso y en el negocio.

Toda relación es sagrada. Todo intercambio sexual tiene el poder de lo sagrado. Esta Luna nueva en Leo nos invita a recuperar la sacralizad de nuestra sexualidad y reconocer la alquimia del amor y el sexo como camino evolutivo. La oposición de Venus con Pluto nos invita a profundizar en las raíces de nuestro miedo al amor, a la entrega y a la transformación a través de una sexualidad más profunda , una sexualidad alquímica, es decir transformadora. El merecimiento es la llave que abre la puerta de este camino.

Este es un buen tiempo para reconocer si nos vinculamos desde nuestra sacralidad , si amamos y nos compartimos desde esta conciencia de Ser Sagrados, si compartimos nuestra energía sexual desde este poder, o si por el contrario la malgastamos, la desperdiciamos, en relaciones superfluas, fantasías infantiles o actividad sexual vacía de amor y propósito. Merecer implica aceptar recibir. Recibir implica decir que sí a lo que somos y queremos.

Esta Luna nueva en Leo también nos invita a que definamos con claridad nuestra relación con el gozo, a si vivimos un gozo superfluo o un gozo profundo . Este es un buen tiempo para evaluar si sabemos hacer la diferencia . Si nuestro gozo es superfluo, nuestra expresión en el mundo está gobernada por la búsqueda del placer constante con poca o ninguna tolerancia para la dificultad, para procesar la tristeza, la rabia, la frustración ni para elaborar los duelos congelados del pasado. Es un gozo que nos aleja de hacer un trabajo profundo con nosotros mismos , un trabajo con el reconocimiento y aceptación de nuestra sombra. Es un gozo que nos anestesia al dolor, que nos sostiene en un movimiento constante hacia la autosatisfacción y que sin embargo nos impide anclar la energía y construir realidades duraderas para nuestra vida . En esta fase de la Luna nueva en Leo podemos observar si somos capaces de anclar el gozo en la materia de una manera que vaya más allá de una experiencia efímera, si somos capaces de construir relaciones plenas y duraderas, proyectos creativos útiles y beneficiosos para nosotros y para nuestra comunidad.

Si la insatisfacción atraviesa nuestra existencia, es un buen momento para reformular nuestros deseos y alinear nuestra vida con el deseo de nuestro corazón. Es un buen momento para sembrar semillas para poder conectar con nuestro gozo más profundo, con el deseo más profundo que detone nuestra expresión, que nos impulse a tomar buenas decisiones para nuestro camino y que no permita anclar nuestras bellas visiones en la tierra. Cada uno de nosotros así lo merece.

Por Paloma
www.lunadeabril.com
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