Lección 26:
Escuchándose a Ustedes
Por John McCurdy
Si desean tener una relación exitosa con otra persona tienen que escucharlos, y si desean tener una relación consigo mismos tienen que escucharse.
En la mayoría de los casos escuchar es una habilidad que debe aprenderse. Todo Lo Que Era no tenía necesidad de escuchar a nadie, porque no había nadie a quien escuchar. Todo Lo Que Era simplemente quería expresarse, y así por eones de tiempo ustedes, queridos amigos, han tenido dificultades para aprender lo que significa escuchar.
Cuando el Espíritu formuló esa gran pregunta, “¿Quién soy?” tuvo que aprender la manera de escuchar la respuesta. Cuando ustedes se encontraron a sí mismos en el vacío y empezaron a descubrir a los demás, todo lo que querían hacer era contarles todo sobre ustedes. Pero queridos amigos, ¡todo lo que ellos querían hacer era contarles a ustedes sobre ellos! Y luego se preguntaban por qué peleaban, por qué no se llevaban bien. Y han jugado eso desde entonces.
Se requiere de una persona muy consciente para ser capaz de escuchar realmente al otro. Se requiere de una persona muy sabia para ser capaz de dejar de lado las propias agendas de él o ella, y las propias necesidades de él o ella para expresar, lo suficiente como para escuchar a otra persona. Pero hasta que lo hagan, no pueden realmente tener una relación. Oh, pueden compartir la vida de muchas maneras, pero en realidad no pueden tener una relación a menos que cada uno pueda tomarse el tiempo de dejar de lado sus propias necesidades, sus propias ideas, sus propias agendas, y escuchar atentamente a la otra persona.
Eso significa que tienen que dejar de lado su necesidad de arreglarlos, y de sanarlos, y de resolver sus problemas por ellos, porque cuando lo están haciendo no están escuchando. Están tratando de aplicarles sus propias agendas, y no los están escuchando. Y no los están comprendiendo. Y no están en una relación con ellos.
Hasta que puedan escuchar a otra persona no pueden estar en una relación con esa persona; sólo pueden estar en una relación con sus propias ideas acerca de esa persona. No pueden estar en una relación con la persona verdadera, ya que nunca se han dado la oportunidad de conocer a esa persona. Ustedes únicamente saben lo que piensan de ellos.
Oh, y la verdadera escucha no significa únicamente estar en silencio y permitir que las palabras entren. La verdadera escucha significa ser curioso. Significa querer saber lo que ellos tienen que decir. Significa querer entenderlos, y de vez en cuando hacer preguntas para ayudarse a entenderlos un poco mejor cuando no están claros. Eso es escuchar, queridos amigos.
Pero aquí de nuevo la verdad es que no pueden escuchar a otra persona mejor de lo que se escuchan a sí mismos. Oh, podrían discutir con eso. El querido John está discutiendo con eso mientras sale de su boca. Pero miren queridos amigos, las agendas pueden ser muy sutiles. Es fácil encontrar un lugar donde se puede escuchar a alguien más porque quieren que ellos piensen lo mejor de ustedes, porque quieren que la energía que les están dando, o que podrían darles si sólo escucharan bastante bien.
Así que les decimos, no pueden realmente escuchar a otro a menos que se puedan escuchar a sí mismos. No pueden liberar sus agendas para otro a menos que puedan liberar sus agendas para ustedes.
¿Alguna vez se han tomado el tiempo para escucharse, queridos amigos? Muy pocas personas lo hacen.
La gran mayoría de ustedes se mantienen tan ocupados que no se pueden escuchar. Escuchan música durante todo el día para distraerse de ustedes mismos. Beben alcohol, o fuman cigarrillos, ingieren alimentos, o van a fiestas, o trabajan durante muchas horas, todo para evitar tener que escucharse a sí mismos.
Oh, hacen otras excusas. Encuentran otras razones en las qué creer. Pero si miran, queridos amigos, nosotros pensamos que verán que en realidad es simplemente otra manera de evitarse a ustedes.
¿Alguna vez han escuchado a su cuerpo? ¿Alguna vez le han preguntado a su cuerpo lo que necesita, y lo que quiere, y luego escuchado su respuesta? ¿Alguna vez confiaron en esa respuesta y obraron en consecuencia? La mayoría de las personas no lo han hecho.
Así que los invito, queridos amigos, a tomar la decisión de escucharse a sí mismos, y luego actuar sobre esa elección. Tómense un tiempo cada día sólo para estar consigo mismos. Apaguen la música, toda, y simplemente estén consigo mismos.
Este no es un tiempo para la meditación. Es un tiempo para que ustedes escuchen lo que está sucediendo dentro de ustedes, para que escuchen a todas las partes de ustedes y lo que están tratando de decirles.
Tomen un cuaderno y anoten todos los pensamientos que están pasando por su mente.
No traten de apagar sus pensamientos; ese es un juego mental sin sentido. En cambio, observen sus pensamientos, y anótenlos.
Háganse una pregunta, y luego anoten lo que llegue, no importa lo descabellado que pueda parecer.
Háganle una pregunta a su alma, y luego anoten lo que llegue, no importa lo loco que pueda parecer.
Pregúntenle a su cuerpo lo que quiere, lo que necesita, y luego anoten lo que le llegue a su mente, no importa lo tonto y loco que pueda parecer.
Se sorprenderán, queridos amigos. Al empezar a escucharse, descubrirán cosas sobre ustedes que no sabían antes. Abrirán puertas dentro de ustedes. Sanarán heridas que han estado abiertas y sangrando durante mucho tiempo, y comenzarán a descubrir lo grandiosos que realmente son.
¿Están listos para escucharse, queridos amigos?
¿Están listos para tomar esa decisión, la decisión consciente de escucharse?
Cuando esos sentimientos difíciles entran que no entienden, pueden preguntarles lo que necesitan. Pídanles el mensaje que les traen. Pregúntenle a esa parte de ustedes lo que necesita.
Si hay un dolor en su cuerpo, pregúntenle de qué se trata y lo que necesita. Se los dirá, queridos amigos, si tan sólo escuchan.
La próxima vez que están conduciendo solos en su auto y se sienten tentados a poner música, ¿por qué no dejarla apagada y estar consigo mismos?
Déjense sentirse. Déjense escuchar lo que se están diciendo, lo que su cuerpo está tratando de decirles. Déjense escuchar lo que su alma está tratando de decirles. Déjense escuchar lo que todos esos aspectos y fragmentos de ustedes están tratando de decirles.
Se sorprenderán, queridos amigos. Y cuando comienzan a escucharse de verdad, comenzarán a enamorarse de ustedes mismos.
Escuchen, queridos amigos. Escuchen a su propio sí mismo.
Oh, y escuchen hasta a su mente. Pregúntenle a su mente lo que necesita.
Muchos de ustedes le temen tanto a su mente, y le temen a esta cosa que llaman ego. Pero queridos amigos, si tan sólo les preguntan lo que necesitan, y los escuchan, aprenderán algo totalmente nuevo acerca de ustedes mismos. Y encontrarán que ellos son algunas de sus partes más valiosas, algunas de sus creaciones más grandiosas.
Somos completos.
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http://www.creatorship101.com/
Traducido por Maribel González – marigo28@gmail.com
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