Lección 21:
En La Confianza Es Donde Se Hace Realidad
Por John McCurdy
Porque cuando toman esa decisión de enamorarse de ustedes, de aceptarse a ustedes tal como son, ello plantea cuestiones, queridos amigos. ¡Oh, plantea cuestiones importantes!
Pues la verdad es, que no están muy contentos con ese cuerpo suyo. No están contentos con cómo se ve, con cuánto pesa, o con sus dolores y achaques, o con otras cosas que podrían estar pasando dentro de él. Y la verdad es, que no están muy contentos consigo mismos. No están muy contentos con las cosas que han hecho. No están muy contentos con la forma en que su vida se siente como un desastre. No están muy contentos con su incapacidad de controlar la vida, y hacerla de la manera que quieren que sea. No están muy contentos con la forma en que aparecen en el mundo.
Oh, hay tantas cosas que salen a la luz cuando eligen amarse. Ha habido muchas veces en que han fracasado tan estrepitosamente, así que, ¿cómo podrían confiar en ustedes mismos?
Pero queridos amigos, si no confían en otra persona, entonces no están aceptando a esa persona. Es tan sencillo como eso. Si sienten que no pueden confiar en ellos, se debe a que hay algo en ellos que no pueden aceptar.
No es bueno ni malo. Es simplemente la forma en que es, y lo mismo puede decirse de ustedes. Sienten como si hubieran hecho todas estas cosas malas. Que han fallado tantas veces, y que no han tenido éxito en las cosas que más les importan.
Perdieron la confianza en ustedes desde hace mucho, mucho tiempo. Perdieron la confianza cuando primero se encontraron fuera de Todo Lo Que Era, perdidos y solos en el vacío, sintiéndose como si hubieran sido despedazados en billones de billones de fragmentos. Pensaron que habían hecho algo malo, por lo que dejaron de confiar en ustedes mismos. Y desde entonces, a lo largo de su viaje, ha habido muchas veces en que fracasaron, o en que pensaron que hicieron algo malo.
Pero ahora ha llegado el momento, queridos amigos, de ver las cosas de manera diferente, de ver la verdad de quién y qué son, y de por qué hicieron ésas cosas. Porque queridos amigos, nunca hicieron nada malo.
Cuando salieron del hogar fue por su propia elección, y por la elección del Espíritu. Pues ustedes querían conocerse, y no hay manera de conocerse más que experimentando todo acerca de ustedes. Y eso incluye lo bueno y lo malo, ya que ambos son parte de ti, querido creador.
La verdad es que nunca han fallado. Nunca, jamás.
La verdad es que nunca, jamás, han hecho nada malo.
Pues todo ha sido un juego, queridos amigos. Todo fue una experiencia destinada a ayudarlos a descubrirse. Y aquellas personas con quienes sienten que fueron injustos, estaban jugando el juego con ustedes.
Ellos son seres eternos, queridos amigos, igual que ustedes. Son creadores soberanos, al igual que ustedes, y eligieron, en algún nivel, jugar ese juego con ustedes y experimentar su lado de esa interacción. Y lo más probable, queridos amigos, es que ellos hayan jugado ese juego con ustedes antes, sólo se invirtieron los papeles. Lo más probable es que en algún momento en el pasado les hicieron daño a ustedes de una manera similar a como ustedes les hicieron daño esta vez.
Oh, no es venganza, queridos amigos. Es un maravilloso acuerdo que hicieron con sus amigos angélicos, a entrar a esta vida y jugar entre sí, a fin de que cada uno pudiera experimentar todo lo que hay para experimentar. Accedieron a ser el agresor en una vida, o el abusador, y ellos accedieron a ser la víctima para que cada uno pudiera experimentar cómo era. Y accedieron a cambiar los papeles en otra vida, y dejarlos a ellos ser el abusador y ustedes la víctima.
Fue un gran juego, queridos amigos, y les ayudó a descubrir quiénes son. Y ahora ha llegado el momento de que el juego llegue a su fin. Ahora ha llegado el momento de que ustedes recuerden quiénes son y por qué jugaron el juego. Y en ese recuerdo, queridos amigos, llega la confianza.
Pero para recordar, es necesario confiar en ustedes mismos.
La confianza es una elección. Como humanos consideran a la confianza como algo que se debe ganar. Pero no se puede ganar, queridos amigos, porque sin importar qué tan confiable pudiera ser otra persona, llegará un momento en que los defraudarán. Deben hacerlo, porque ellos deben ser sobre su propio camino y ustedes deben ser sobre el suyo, y sus necesidades y las necesidades de ellos nunca pueden coincidir por más de un periodo de tiempo.
Pero más que nada, la confianza en ustedes es una elección. Es una elección elegir ver su vida con otros ojos. Es una elección ver su vida desde una perspectiva mayor. Es una elección ver su vida desde la perspectiva del gran creador, en lugar de desde la perspectiva de la víctima humana pequeña.
Puede ser una elección difícil, queridos amigos, pues hay muchas partes de ustedes, y muchos otros, a los que todavía no han perdonado. Y hay una parte de ustedes que quiere mucho no perdonarlos.
Pero queridos amigos, si quieren recuperar su creadorazgo, entonces deben perdonarlos. Porque hasta que no lo hagan, no pueden ser un creador. Hasta que no perdonen a todo el mundo fuera de ustedes, y hasta que no perdonen a cada aspecto de ustedes, estarán atrapados en su victimismo y en su juego de ser pequeños.
Así que, queridos amigos, es hora de confiar en ustedes. Es hora de verse desde la perspectiva de quien realmente son, y ver su vida como el maravilloso juego que ha sido. Pues lo han jugado bien, queridos amigos. Es difícil ver eso desde el punto de vista humano, pero lo han jugado bien y no tienen absolutamente nada de qué avergonzarse.
Inhalen eso, queridos amigos.
Ustedes no tienen absolutamente nada de qué avergonzarse, no más de lo que necesitan estar avergonzados de las cosas que soñaron anoche.
Así que elijan, queridos amigos. Mírense en el espejo; mírense a los ojos, y decidan confiar en ustedes mismos:
Querido sí mismo, querido yo,
Me he avergonzado de ti, y lo siento. Y a partir de hoy elijo aceptar todo acerca de ti, y a partir de hoy elijo confiar en ti. ¡Elijo confiar en ti absoluta y completamente!
Elijo confiar en todo lo que sale de mi boca, y todo lo que hago, y todo lo que no hago.
Elijo confiar en mi cuerpo, y que sabe lo que tiene que hacer para cuidarse. Elijo confiar en que mi cuerpo sabe cuánto debe pesar, y que sabe cómo lidiar con los cambios que están ocurriendo dentro de él.
Elijo confiar en mi mente y en todo lo que piensa.
¡Elijo confiar en la TOTALIDAD de mí!
¿Pueden hacer esa elección, queridos amigos? ¿Pueden mirarse en el espejo y decirse eso, y decirlo en serio?
Somos completos.
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http://www.creatorship101.com/
Traducido por Maribel González – marigo28@gmail.com
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