Descifrando el universo en el siglo XXI:
No existe el contacto físico realmente
¿Cuándo tocas algo realmente lo estás tocando?
¿Cómo funciona realmente el tacto?
¿Los sentidos nos engañan o el cerebro lo hace?
El tacto no realiza tanto contacto como se cree, la falsa interpretación de la percepción los sentidos se hace evidente.
Los sentidos no engañan, son detectores de la realidad que están limitados por una deficiente interpretación por parte del cerebro del mundo que le rodea. Así pues, tanto el empirismo como el racionalismo son sinónimos, en lugar de antónimos. Ambos dependen de la misma forma del cerebro.
Con anterioridad, alguna vez he hablado de los sentidos. Resumiendo, los sentidos nos muestran un holograma de la realidad del universo que nuestro cerebro utiliza para crearse su propia realidad. Muchos filósofos ya discutieron los problemas de la percepción de la realidad. Es una evidencia que los sentidos engañan al cerebro sobre lo que realmente está ocurriendo a su alrededor. O simplemente, muestran la pequeña cantidad de información que éstos son capaces de captar, que por pequeña que sea, al cerebro le cuesta mucho procesar e interpretar de forma correcta en muchas ocasiones. Miedo me da pensar la saturación de información para un cerebro capaz de captar todas las ondas, partículas, fotones y demás energías y fuerzas a las que está sometido en cada instante de su existencia.
Según la ciencia actual, el sentido del tacto o mecanorrecepción es aquél que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza … El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información interpretable por el cerebro.
Después de leer la definición de enciclopedia del tacto, se me plantean más preguntas en vez de responder las dudas que tenía apriori. En primer lugar, en ningún momento leemos cómo captamos y percibimos ésos parámetros sobre los cuales el tacto nos da información; en segundo lugar tampoco aparece qué es eso a lo que denominan información interpretable por el cerebro.
Vamos a intentar responder dichas preguntas:
Todos los materiales y seres vivos -minerales, vegetales y animales- están formados, a nivel básico, por estructuras moleculares. Estas estructuras están formadas por elementos de la tabla periódica, que a su vez están formados por conjuntos una unión de neutrones, protones y electrones. Si vamos más allá, la física nos indica que el núcleo del átomo está formado por protones y neutrones que se mantienen unidos por una fuerza que se llama nuclear fuerte. Los electrones orbitan este núcleo atraídos por una fuerza llamada fuerza nuclear débil. Para hacernos una idea simplificada y a gran escala, la Tierra es el núcleo del átomo y la Luna sería el electrón que orbita la Tierra.
Introduzcamos un poco de física nuclear. Cuando dos trenes chocan, los núcleos del metal del que están hechos no se modifican, es decir, a nivel atómico el núcleo del hierro, seguirá siendo hierro, porque vencer la fuerza nuclear fuerte, la que se encuentra en el núcleo del átomo, requiere mucha energía, unos 7 TeV mínimo, pero a nivel estructural y de cohesión entre átomos del hierro, ha quedado reducido a escombros. Podemos decir que los enlaces estructurales entre átomos han quebrado, emanando energía y lo mismo se puede decir de electrones que orbitan a este material –el hierro-. Donde pretendo llegar es que los trenes a nivel del núcleo atómico no se llegaron a tocar, los núcleos atómicos nunca llegaron a entrar en contacto ni impactando a 300 km/h.
La conclusión que podemos extraer es la siguiente: Mediante el tacto no somos capaces de tocar el núcleo del átomo, por lo tanto lo que tocamos no es más que una capa que se encuentra a una nanoscópica unidad de medida del núcleo, pero por muy pequeña que sea la distancia, no tocamos lo que teóricamente compone la materia. Las sensaciones del tacto no son más que la capacidad de captar la fuerza nuclear débil*, y mediante la detección de esa fuerza, que no es más que otro tipo de fuerza de las que existen en nuestro universo, nuestra piel es capaz de percibir, y nuestro cerebro es capaz de interpretar la presión, temperatura, aspereza o suavidad, callosidad… del material con el correspondiente estudio y procesado de esta energía.
*fuerza nuclear débil y fuerte: Realmente la ciencia le ha dado este nombre a la fuerza que une los electrones con los núcleos del átomo (débil) y la fuerza que une protones con neutrones en el núcleo(fuerte), todo y que sigue siendo un misterio como funciona. Para no complicar más la explicación, simplificaremos que esas fuerzas unen los átomos.
En caso que no os convenza, substituir dichas fuerzas por un agujero negro como el centro o singularidad del átomo y la materia exótica para explicar la orbita del electrón. En este caso percibiríamos la fuerza del agujero negro que tendría una carga distinta de repulsión a nuestro método de captación.
Si no os convence, podéis echar un ojo a la teoría de supercuerdas, que nos dice que los átomos no existen como los tenemos concebidos y se tratan de una cuerda en vibración. Entonces la energía que percibiríamos seria dicha vibración. En caso que ninguna interpretación del átomo os convenza, solo tenéis que formular vuestra propuesta… Actualmente la ciencia intenta dar la respuesta a como realmente son los átomos y realmente funcionan…
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