Reporte Cósmico del Tiempo
Octubre de 2010
Por Mark Borax
La principal diferencia entre estas Eras es que durante la Era de los Peces perdimos contacto con la pura y clara voz dentro de nosotros, y fuimos abrumados por la cháchara exterior. Lo exterior dominó a lo interior hasta un grado más allá de cualquier etapa anterior de la historia. Ahora vivimos en un mundo sustituto que le robó la pasión al alma y la reemplazó con tonos para celulares y centros comerciales. Lo bueno de esto es que la situación tenía que llegar a su extremo actual antes de que la plena extensión de lo que hemos estado haciendo pudiera verse por la pantalla de la conciencia de las masas y despertarnos a algo mejor.
El despertar masivo de este tipo se inició en la década de los 60, cuando se hizo obvio que el viejo paradigma de Cállate-y-Haz-Lo-Que-Digo estaba muriendo y un nuevo mundo estaba ocupado naciendo. Un enorme clamor se levantó para invocar al mundo dentro del mundo, donde el amor importa y la verdad cuenta, donde la mujer y el hombre y el mundo son aliados entre sí, donde un modelo cooperativo de sociedad reemplazara a la política de la ley-del-más-fuerte. La música y la magia y el espíritu de camaradería apuntando hacia el futuro se desataron desde San Francisco hasta Checoslovaquia, desde México a Japón. Inmediatamente después, a finales de los setenta y en los ochenta, la conciencia de las masas retrocedió bruscamente como reacción, y cayó una gruesa capa de amnesia, pretendiendo que los sesenta nunca sucedieron. Ahora que hemos forjado más de esta fundida Cúspide de las Eras, es crucial dar un paso atrás de las rigurosas exigencias de su vida diaria y ver los sucesos actuales a través de la visión más amplia de un arco evolutivo.
Desde un nivel del alma, los brotes actuales de miedo y paranoia en relación con la situación mundial se revelan como la acción dramática necesaria que se necesita para cambiar el mundo. Para que el cambio sea fundamental y duradero, debemos comprender de lleno el impacto de lo que nos hemos estado haciendo a nosotros mismos. Por tanto un mes de agua en una Temporada de Equilibrio Libra donde la Balanza se inclina precariamente en este sentido y en ése, para poner de cabeza el viejo paradigma. Cuando las mentes estallan, los corazones pueden abrirse. Justo cuando lo viejo está a punto de exhalar su último aliento, empieza a patalear al máximo. La disfunción mundial se expone hasta la raíz para revelar su insensatez, de manera que podamos asumir nuestra parte en el cambio.
El principal desafío que tenemos ante nosotros es creer en el brillante futuro de nuestra especie en los momentos en que es más difícil hacerlo. En el lado negativo de la Balanza está el peso de la historia que revela la tendencia de los seres humanos a elegir el miedo por encima del amor, y quedarse atascados en el fango incluso cuando resulta ridículo. En el lado positivo está el hecho de que los brotes de un mejor camino están destellando desde Tennessee hasta Tombuctú. Como en los años sesenta, son los artistas quienes son la veleta de este cambio antes que los políticos. Presten atención a lo que los músicos y directores y pintores y escritores nos están diciendo, donde los primeros signos de la revolución se están filtrando entre líneas.
Tenemos una gran ventaja a nuestro favor: La capacidad de las crisis para quitarnos el disfraz y arrancarnos de los patrones acostumbrados. Sí, es desalentador creer en algo mágico y real, mientras que los políticos y líderes retorcidos corren por ahí escupiendo la misma vieja retórica de siempre, pero es importante darse cuenta de que el cambio de nuestro tiempo no se va a basar en lo que digan los líderes sino en lo que diga tu instinto. A medida que los andamios exteriores de la sociedad mundial se desmoronan es más crucial que nunca llegar a la verdad del alma. Por debajo de lo que parece ser tu vida, en las regiones primigenias de tu naturaleza esencial, es hora de aprender lo que tu corazón sabe, tomar en serio lo que deseas y lo que anhelas.
Lo gracioso acerca de hacer este cambio real es que rara vez sucede en la forma en que pensamos que sería. El 1º de junio, yo y mi pequeña familia: Marcela, Sky y Hart, nos mudamos de nuestro alquiler de dos años en el sur de Vermont, a un subarriendo de dos meses, seguido de un mes acampando, preparándonos para mudarnos a un nuevo alquiler el 1º de septiembre. La mañana del primero de septiembre, Marcela y yo, junto con un camión de mudanzas lleno de pertenencias, nos detuvimos frente a nuestro nuevo y magnífico hogar, para encontrar un problema con el contrato de arrendamiento, que no se pudo solucionar. En ese entonces estábamos acampando en el terreno de unos amigos. El momento en que nuestros nuevos caseros nos informaron que no iba a funcionar (después de que ya habíamos inscrito a nuestro hijo de 7 años en la escuela local), Marcela y yo nos miramos mutuamente. Hubo un momento telepático de reconocimiento que abrió nuestros corazones a algo distinto a los planes de nuestras cabezas. Aunque habíamos organizado nuestra nueva vida en torno a esta casa, que se veía increíble desde el exterior, estaba claro que el espíritu estaba hablando. Nos encogimos de hombros; nos volvimos hacia la mujer con la que estábamos negociando y dijimos: “Está bien”. Ella se disculpó por la confusión, nos dimos la mano y nos fuimos. Nos subimos al camión y nos dirigimos hacia la bodega, desempacamos nuestras cosas y regresamos adonde nuestros amigos que estaban hospedando nuestra tienda de campaña, quienes dijeron: “¿Por qué no se quedan aquí con nosotros y nos ayudan a lanzar la pequeña comunidad de sanación que hemos estado anhelando crear durante años?”
Así lo hicimos.
Hoy la lluvia cae con fuerza; estamos todavía en nuestra tienda, y una pequeña y hermosa cabaña se está levantando para albergar a nuestros niños y a nosotros hasta que podamos construir la casa de pacas de paja con la que soñamos. En lugar de luchar contra el llamado, o tratar de recrear una nueva versión de la vida habitual que “perdimos”, nos dirigimos a través de la inesperada apertura hacia todo un nuevo rumbo que está más alineado con lo que soñábamos que el camino que pensábamos que íbamos a recorrer. De ese modo los inciertos e impredecibles cambios de nuestro tiempo pueden llevarlos hacia adelante.
¿Quién eres realmente? ¿Qué viniste a hacer aquí? ¿Cuánto tiempo más vas a esperar?
¡Adelante!
Mark Borax
Astrología a Nivel del Alma
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Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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