martes, 27 de septiembre de 2011

Sol en libra :: equinoccio septiembre 2011/ Por Paloma. Luna de Abril

Sol en libra :: equinoccio septiembre 2011
Viernes 23 Septiembre 2011 by paloma


El Sol acaba de hacer su entrada en Libra, el signo de la balanza y la equidad. Es el momento en el que el día y la noche se equilibran en la balanza cósmica. Los Solsticios y Equinoccios representan los puntos más dinámicos y sensibles de la rueda astrológica, que tienen que ver con la relación pareja entre la luz y la noche. A partir de hoy las noches se alargan, los días se acortan y así nos adentramos en esta nueva temporada.

Estas últimas semanas han sido desafiantes para muchos. Algunas personas hemos sentido la fuerza incontrolable de una serie de eventos externos que han movilizado procesos internos muy intensos. Venus activó la cuadratura entre Urano y Pluto a la misma vez que Pluto recobrabá su trayectoria directa. Marte cambió de signo y , desde el fuego de Leo, hizo un ángulo difícil con Chirón en Piscis; mientras que el Sol al final de Virgo hizo lo mismo con Neptuno en Acuario. Este cuadro astrológico es un terreno fértil y volátil para lo impredecible, el caos y la dispersión.

Con Venus nos hemos enfrentado a una lección directa, íntima y personal de la energía de Urano y Pluto. Urano tiene que ver con lo inesperado, lo sorpresivo y lo desconcertante. Nos coge desprevenidos. Pluto está vinculado a la muerte, al miedo, al control y a soltar. Ambos planetas están de acuerdo en que el cambio es la fuerza vital que mueve el Universo. Ambos son aliados en nuestra liberación. La pregunta es ¿de qué nos liberamos? ¿qué ha cambiado en estas pasadas semanas? ¿qué situación externa nos ha mostrado nuestro miedo y nuestra vulnerabilidad ante la energía transformadora de estos dos planetas?

Pluto está localizado en el eje Capricornio-Cáncer, lo que implica que estos eventos están asociados a nuestra dinámica familiar, especialmente con uno de nuestros progenitores, o de nuestros hijos. La familia es una institución, y Pluto nos pide que liberemos las estructuras fosilizadas de nuestra dinámica familiar, que de alguna manera impiden u obstruyen la fluidez de nuestro proceso evolutivo. Su lección es la entrega absoluta a la transformación, lo cual implica aprender a morir y renacer. Cuanta más resitencia ponemos a este proceso, más fuerte se va a sentir la energía que nos obliga a hacer los cambios necesarios para nuestra evolución.

En esta danza, Venus nos enseña que la entrega al poder del amor es la redención y salida de cualquier situación que nos desafía. Es el poder del corazón el que nos permite abrazar la aceptación total de lo que nos acontece. Esta aceptación es el principio de un proceso de transformación interna que nos ayuda a acoger el proceso, a dejar que ocurra dentro nuestro. Cuando nos entregamos a este proceso de aceptación nos damos cuenta que aunque no tenemos el poder de cambiar algunos eventos de nuestra vida, sí lo tenemos para cambiar nuestra vivencia de estos eventos. Para quien lo ha experimentado, este es un gran salto.

Algunas personas no hemos experimentado la vivencia de un evento externo que desquilibra nuestro mundo interno y nuestra realidad, pero sí es posible que hayamos sentido un cambio intenso en la vibración en nuestro entorno, como si la energía del caos y del miedo que se activó a nuestro alrededor actuara sobre nuestra energía . Síntomas de agotamiento, desconexión con nuestro centro, nerviosismo, depresión y una sensación de vivir sin sentido puede habernos hecho sentir inseguros y vulnerables. Los patrones de sueños y vigilia se pueden haber alterado, o nuestras noches pueden haber estado pobladas de sueños lúcidos con mucha información que digerir durante el día.

Las personas que trabajamos en la salud y en el acompañamiento terapéutico al cambio podemos haber sentido una intensificación del cuerpo de dolor de nuestros pacientes, una evolución, o una capacidad de profundizar en las raices que bloquean su energía vital . Para las personas que estamos embarcadas en un proceso de conciencia a través de algún proceso terapeutico, una disciplina espiritual, puede que hayamos vivido, y superado, un pasaje de prueba de firmeza, tolerancia y confianza.

Muchos también hemos estado conectados con los eventos colectivos que, de una manera feroz, nos enfrentan a una realidad que se transfroma ante nuestros ojos y que nos confrontan a un profundo sentimiento de impotencia. Esta semana hemos vivido la muerte injusta de un ser humano como un sacrificio, una pérdida profunda que va de los personal a lo colectivo. Muchos se unieron para intentar detener este evento y se encontraron con la fuerza de un sistema injusto e implacable. ¿cómo sostener el amor a la vida en una sociedad que rinde culto a la muerte? ¿cómo alimentar la fuerza y el coraje para atravesar los cambios con ilusión , con amor y con alegría? ¿cómo sostener nuestro corazón abierto, pleno y fuerte en las tormentas que nos hacen sentir miedo, dolor e impotencia?

La clave nos la da Libra. Libra rige los encuentros con los demás, nuestra capacidad de vincularnos, de estar con los demás y para los demás. Es la compañía de los que nos apoyan en nuestro camino que encontramos el equilibrio que necesitamos. Esta es la lección de Libra. En alguna parte de nuestro camino necesitamos el encuentro con el otro para poder integrar nuestra vivencia personal. Libra abre la puerta a lo imperativo que es cultivar nuestros vínculos, de abrirnos a hablar y compartir nuestro proceso. En Libra aprendemos a compartir el amor. En estos momentos tenemos la oportunidad de profundizar en el amor que nos une a los demás, de darle fuerza, de poner nuestra atención y enfoque en este aspecto vital de nuestra existencia.

Libra tiene un aspecto muy social, a veces supérfluo, sin embargo, bajo el impacto de estos pasados dias, semanas y meses, es posible que nos demos cuenta que necesitamos conectar con el otro de una manera más sincera, más abierta y más real. Libra es un signo muy idealista, sin embargo, Saturno lleva más de un año poniendo el enfoque en lo que necesitamos mejorar y trabajar con relación a nuestras asociaciones y vínculos más próximos. No es un tránsito romántico, ni amoroso en el sentido más fantasioso del término, es realista, y sin embargo, Saturno está exaltado en Libra. Esto quiere decir que se encuentra en unos de los lugares más afines a su energía y a sus lecciones. En este sentido, la astrología de estos tiempos nos viene a mostrar lo importante que es ser reales a la hora de amar, o que el verdadero amor se nutre de la realidad y no del idealismo. La realidad a veces es cruda, complicada, difícil , y a menudo tenemos la tendencia a querer mostrar lo mejor de nosotros, nuestra mejor cara, frente al otro. La invitación para estos tiempos es a abrirnos a compartir desde nuestro corazón todo lo que somos. Cuando nos reconciliamos con nuestra realidad interna y nos abrimos a visibilizarla frente a los demás es probable que le demos la oportunidad y el permiso a la otra persona a hacer lo mismo. Este proceso fortalece los lazos del amor.

El Lunes tenemos la Luna Nueva en Libra, acompañada por el Sol, Mercurio, Venus y Saturno en Libra. Esta alienación planetaria se va a ir formando poco a poco , y el énfasis está puesto en el proceso que va a llevar a cada unos de estos planetas a hacer una conjunción con Saturno en Libra. El año que viene, cuando en Sol vuelva a cruzar este umbral, Saturno estará el Escorpio, por lo cual tenemos una oportunidad única de integrar las lecciones de este gran maestro, ya que nos volverá a estar en este signo hasta dentro de 30 años .

Es un tiempo de enfocarnos en nuestras alianzas y nuestros compromisos, en cultivar el amor a través de nuestros vínculos con sinceridad y realismo. Estamos en un proceso en que necesitamos apoyarnos en nuestro camino . Una de las grandes lecciones que vivimos es la de cómo estar presentes para los demás y sostener a la vez los límites saludables que nos permiten ser autónomos e independientes; cómo pedir ayuda sin invadir y sin exigir tiempo y energía desmedida a los demás. Este es el equilibrio dinámico que estamos aprendiendo a manejar, cómo ser interdependientes y no codependientes .

A través de nuestra manera de armonizarnos en nuestra relaciones contribuímos al tejido del cambio colectivo que nos rodea. A partir de hoy entramos en una fase en la que nuestra mayor contribución al proceso de cambio colectivo la podemos hacer a través de nuestro trabajo con nuestra pareja, nuestro socios, pacientes, amigos. El tejido del amor empieza en nuestro corazón y se extiende hacia nuestros seres más próximos, nuestros espejos, nuestros aliados en la armonización y el equilibrio que creamos cada día. Desde Libra aprendemos que cuando realmente nos reconocemos creamos paz, belleza y más amor y ésta es la medicina que el mundo necesita

¡Feliz Equinoccio!
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Por paloma

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