Luna llena en cáncer : semilla del 2012
Por Paloma
Domingo 8 Enero 2012
La primera luna llena de año se da en el signo de Cáncer, el signo que rige las aguas primordiales de la vida, las aguas del útero, donde la vida que somos y seguimos engendrando, ha sido gestada. Cáncer es el signo vinculado a la Luna. Es la energía femenina por excelencia, la gran madre. Esta luna llena nos invita abrir el año con la energía de la madre universal, la energía del agua sagrada de la vida y a celebrar el útero, casa , hogar, del cual todos venimos. La luna llena en Cáncer nos invita a celebrar la maternidad sagrada, la que todos y cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior, seamos padres, o no, hombres o mujeres. Todos somos gestores y creadores de realidades y esta luna llena en Cáncer nos invita a gestar nuestra existencia y cuidarla, nutrirla y amarla, como una madre.
La primera luna llena del año abre las puertas a una interpretación cuya influencia nos acompaña el resto del año. Esta luna trae el poder del nacimiento de un nuevo ciclo, y todo comienzo es especial ya que viene informado con la cualidad del momento presente semilla de lo que puede acontecer, de lo que podemos cosechar.
Como esta luna tiene que ver con el parto y con el nacimiento, es posible que la vivencia que tengamos en los primeros días de este año es la de estar en el canal de parto, en lo oscuro, y oculto aún, en la espera impaciente del momento en que saldremos del otro lado del umbral, hacia la vida. Esta es una buena metáfora para abrir el nuevo ciclo lunar que nos acompaña este año y una excelente oportunidad de recordar (también una actividad de Cáncer) lo vital e importante que es el que estemos sincronizados con la energía y los ciclos de la luna.
Toda la mitología de este año , tan esperado, descansa en la Alineación Galáctica, que es la alineación del sol del Solsticio de Diciembre de 2012 con el ecuador galáctico. Esta alineación se produce como consecuencia de la precesión de los equinoccios. La precesión es causada por la tierra que se tambalea lentamente sobre su eje y cambia la posición de los equinoccios y solsticios de un grado cada 71,5 años. Esta Alineación Galáctica se produce sólo una vez cada 26.000 años y , según los antiguos mayas , era el final de su calendario de Cuenta Larga.
El centro galáctico es el centro de rotación de la galaxia, la Vía Láctea. Se encuentra entre el aguijón del Escorpio y la flecha de Sagitario. En diciembre de 2008 científicos alemanes confirmaron que el Centro Galáctico es un agujero negro supermasivo. El pueblo maya identificó el centro galáctico como el Hunab Ku, que para los mayas representaba el Dios supremo , o creador supremo, que representaba la puerta de entrada a otras galaxias más allá de nuestro Sol. Hunab Ku, según los mayas, es también la conciencia que organizó toda la materia en un “disco giratorio” de estrellas, planetas y sistemas solares. Hunab Ku es el “vientre de la madre” que está constantemente dando a luz a nuevas estrellas, y que dio origen a nuestro Sol y nuestro planeta Tierra. Los Mayas creían que el Creador dirige todo lo que ocurre en nuestra galaxia desde su centro a través de emanaciones periódicas de “energía conciente”. Hoy en día, los astrónomos modernos han comprobado que el centro de nuestra galaxia es un “disco giratorio” con un “agujero negro” en su centro que da a luz a las estrellas.
Este punto de encuentro entre el mito y la astronomía, entre la creación y la matemática, entre la espiritualidad y la llamada ciencia es uno de los puntos más importantes de este año. Este año 2012 es un año fundamental para recordar, aprender, integrar la verdad sobre nuestro verdadero origen y la primera luna llena del año, en Cáncer nos invita a profundizar en este propósito. La energía de Cáncer nos habla del vientre de nuestra madre, de nuestro origen personal, a la vez que estamos en un proceso colectivo de reconocimiento de nuestro verdadero origen galáctico.
La entrada a este nuevo año nos invita a honrar la energía de la madre, la energía del nacimiento, nuestro nacimiento. La madre es nuestra primera fuente de amor incondicional, y la semilla de nuestra capacidad de amar y recibir amor. Así como fuimos creados, creamos nuestra vida; así como fuimos amados, amamos; así como nacemos del cuerpo de nuestra madre, nuestro cuerpo es la cede de todas nuestras creaciones. Este nuevo ciclo lunar comienza con una celebración de nuestra existencia y de nuestro origen sagrado, y una celebración de nuestro cuerpo, su historia y su memoria.
Conectar con nuestro nacimiento nos permite sanar y liberar viejas huellas de sufrimiento, confusión, miedo creado por la interferencias, malas prácticas, accidentes, errores vinculados a nuestro parto. Este es un tiempo, un año , en que podemos recuperar la energía vital perdida en nuestro nacimiento y volver a nacer, reinventarnos desde lo más profundo de nuestro ser. Esta oportunidad se nos va a presentar de múltiples maneras a lo largo de estos meses.
Tenemos ahora la oportunidad de llegar hasta la “médula ósea” de nuestro ser, lo más profundo de la memoria de nuestra existencia, ahí donde late nuestro origen, las raíces de nuestros ancestros. Tenemos la oportunidad de iluminar nuestro árbol con amor, perdón y conciencia y de honrar a nuestra familia, a nuestra sangre; así como de honrar la evolución y el pasado vivo en nosotros. Cáncer es un signo de agua, las aguas primeras de la vida. En esta agua está contenida toda la memoria almacenada de toda las emociones humanas que hemos vivido, todo lo que hemos sentido. Bajo esta luna, y como apertura a este año, es tiempo de honrar esta memoria y de honrar a nuestros ancestros, sus vidas y su legado. Sin ellos no estaríamos aquí. Sin ellos no nacemos. En este sentido somos un almacén de todas las emociones humanas expresadas a través de nuestra alma. Somos redes de archivos emocionales que laten vivos en nuestro árbol.
Los cristales de agua de nuestro cuerpo llevan la huella de todo lo experimentado, por nosotros y por nuestros ancestros. Somos el agua hecha conciencia a través de la experiencia acumulada en nuestro árbol. El agua de nuestro padre que inseminó el agua de nuestra madre crea el milagro de la vida. Esta memoria molecular del agua crece y se expande siempre fluida y se hace cuerpo, carne. ¿de qué nos habla la memoria de nuestro cuerpo? ¿qué expresa nuestro cuerpo? ¿qué mensajes nos comunica?
La estancia de ocho meses de Marte en Virgo pone un énfasis prolongado en nuestra salud y en cómo se manifiesta la relación entre nuestro cuerpo y nuestra alma. Chirón en Piscis nos inicia a través de sus lecciones a adquirir una mayor conciencia y comunicación con nuestra alma a través de nuestro cuerpo. Marte en Virgo activa la materia de nuestra alma encarnada . La presencia de Marte en Virgo viene a anclar los proceso de la sanación del alma que Chirón abre desde Piscis, en la materia . Nos pide voluntad y acción, lo que implica que hay un proceso de visibilización a nivel corporal de proceso de sanación sutiles. Bajo esta luna es vital que escuchemos los reclamos de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo se expresa con más fuerza de lo habitual en estos momentos y nos muestra donde la energía de la expresión vital de nuestra alma no fluye, no se expresa libremente en la materia de nuestro cuerpo. Tenemos la oportunidad de liberar memorias antiguas de nuestra alma a través del movimiento corporal. En estos momentos nuestro cuerpo necesita calor, expresión, movimiento, pasión: necesita sentir nuestra conciencia viva a nivel celular.
¿En que parte de nuestro cuerpo podemos reconocer la expresión de nuestra alma ancestral, de nuestro árbol genealógico? ¿en que parte de nuestro cuerpo podemos ver y sentir la resistencia al cambio? Lo que llamamos enfermedad es solo la expresión de una desarmonía interna, una confusión. Esta desarmonía o confusión puede ser heredada, puede ser una expresión vital reprimida por varias generaciones. Es fundamental que nos hagamos cargo y tomemos la responsabilidad de conocer nuestros orígenes, de saber quiénes somos, qué mitos e historias nos atraviesan por múltiples generaciones.
Somos nuestros abuelos y somos nuestros futuros nietos. Somos el agua que se recicla y que circula en cada ser y encuentra siempre su cauce hacia la unidad. Durante este año es fundamental que, si no lo hemos hecho aún, iniciemos un proceso de ordenamiento de nuestras raíces, de conciencia hacia el pasado para que las fuerzas de nuestro árbol sean nuestras aliadas evolutivas y no las resistencias que nos impiden crecer. Esta primera luna llena del año nos invita a asumir el compromiso por este trabajo de liberación, nos invita a llenar de amor nuestra árbol para poder asumir y atravesar nuestros próximos nacimientos de la más bella manera.
Esta conciencia de que en nuestro origen más profundo somos el agua misma de la vida es la sanación que Chirón en Piscis nos viene a enseñar. Nos viene a enseñar a ser menos rígidos, menos duros, a liberar el pasado de la dureza del miedo y dolor fosilizado, y a fluir. Esta fluidez descansa en la conciencia de que somos lo más sagrado que tenemos, que lo sagrado que buscamos afuera está dentro nuestro y que es nuestra capacidad de expresarlo lo que lo hace visible. Esta es nuestra capacidad de amar y de sentir. Chirón en Piscis nos está ayudando a sanar nuestros sentimientos, y esta primera luna llena en Cáncer del año nos invita llegar hasta lo más profundo en la historia de nuestros afectos, de nuestros amores, desde el origen hasta ahora. ¿Hasta dónde podemos llegar en nuestra vida? ¿hasta dónde recordamos haber amado? ¿recordamos el amor recibido ? ¿sabemos cómo aman, han amado, nuestro padres, nuestros abuelos? ¿cómo está hoy nuestro vínculo con nuestra madre? ¿qué refleja de nosotros este vínculo?
Nuestra relación con nuestra madre es un fractal de nuestra relación con la vida. “La Madre” es el portal hacia una verdadera comprensión espiritual de la existencia. Es el portal del amor. Cualquier conflicto con nuestra madre, de nuestra madre con su madre, de nuestro padre con su madre, están activos y presentes en esta lunación. Nuestras abuelas merecen y reclaman un tiempo de amor, de sentida sanación, y de perdón y de liberación de cargas antiguas e invisibilizadas por la historia familiar. Cáncer es el más profundo de los doce signos, y es hora de hacer un trabajo profundo con nuestras raíces y con el origen de cualquier síntoma corporal de enfermedad, malestar, resistencia que se manifieste. Esta tendencia se sostiene a lo largo del año.
Este es un buen tiempo para trabajar con deidades femeninas de procreación y fertilidad. Venus entra en Piscis el 14 de enero, signo en el cual la diosa está exaltada, dos días antes de la luna menguante, y ese día hará una conjunción con Chirón. Cualquier mal de amores, cualquier herida profunda vinculada al amor tiene posibilidades de ser curada o liberada . El proceso puede tomar su tiempo, sin embargo este es el momento propicio para enfocar nuestra atención hacia este camino. Tenemos la oportunidad de retrazar las raíces de cualquier herida de amor o de cualquier carencia afectiva relacionada al vínculo con nuestra madre, y por ende con nuestra propia existencia. Este es el eje de la sanación profunda.
El 2012 es un año en que las aguas, figuradas y literales, se mueven. Neptuno hace su entrada definitiva en Piscis donde transitará durante catorce años, y en Octubre Saturno entra en Escorpio, tercer signo de agua. Cuidar el agua es cuidarnos. Este es un año para rezar por el agua, ponerla en el centro de nuestra vida, mimarla y honrarla. Es buena idea aprovechar que el año comienza con la presencia de Neptuno en los últimos grados de Acuario y unirnos a la conciencia y el rezo colectivo de que haya agua potable para las próximas siete generaciones. Participamos de la sanación de las aguas cuando sanamos las aguas de nuestro cuerpo, cuando dejamos fluir nuestras emociones y sentimientos, cuando expresamos nuestro amor.
Este es un tiempo de cuidarnos mucho, de pedir ayuda, de dejarnos cuidar, de aceptar el cuido. Cuando nos cuidamos, cuidamos a todos. Cuando cuidamos, amamos. Esta es la energía de la madre.
También es un tiempo en que nos toca aprender a ser independientes y a desenvolvernos con autonomía. Cáncer es un signo que puede tender a la co dependencia, a los reclamos y a los apegos. Es buen idea aprender a cuidar sin tener agendas ocultas, sin querer nada a cambio. Es un tiempo de relaciones transparentes y claras. También es un tiempo en que podemos aprovechar la energía disponible para aprender a cuidarnos solos, a ser menos dependientes. Este año se presenta como un año en que vamos a profundizar en nuestra autosuficiencia emocional. Es un año para aprender a cultivar nuestros recursos emocionales, un tiempo de madurez.
Parece que este año vamos a tener muchas oportunidades de perderle el miedo a sentir en profundidad. Esta Luna llena nos invita a cuidar nuestra emociones desde ahora, sin esperar a que haya un detonante externo que nos muestre en que área queremos o necesitamos crecer. O por lo menos que cuando se manifieste este detonante externo nuestra respuesta refleje nuestro compromiso y madurez con una expresión conciente de nuestros sentimientos, versus una reacción emocional infantil inconsciente. Este es uno de los desafíos de este año.
Cuidar las emociones desde ahora implica cuidar la armonía, la paz, el amor incondicional, hacer un esfuerzo, insistir, no rendirnos ante las mareas emocionales que nos traen viejas memorias de dolor. No envenenar las aguas de nuestra emociones con rencor, ira, envidia, falsedad, dureza, juicio, evaluaciones, comparaciones, y si o hacemos, entonces darnos cuenta lo antes posible y cambiar de actitud, cambiar nuestra respuesta.
Cáncer también rige la alimentación y la nutrición. El 2012 también nos invita a hacer una reflexión profunda sobre los alimentos que ingerimos ya sea por ojos, oídos, piel y boca. ¿qué entra en nuestro cuerpo, salud o veneno? ¿alimentos vivos o alimentos muertos? La presencia tanto de Chirón como de Neptuno en Piscis este año nos habla de prestar una atención especial a nuestro sistema inmunológico. Es un tiempo de poner una mayor conciencia en lo que consumimos (comida, dramas, noticias, información, etc.) ya que tiene un efecto directo sobre nuestro sistema de defensas. Este efecto será cada vez más evidente, y los síntomas más rápidos y radicales en manifestarse. Es importante que seamos capaces de reconocer los síntomas y hacernos cargo de nuestra salud. Por un lado es buena idea dejar de consumir malas noticias, falsas creencias, comida veneno, y por otro, de no empujar los límites de resistencia de nuestro cuerpo. Cualquier acto o decisión que esté en desarmonía con nuestra esencia se expresa con mucha mayor claridad que antes durante este año.
Nuestra salud será lo que queremos que sea. Es tiempo de prestar mucha atención a lo que consumimos y la respuesta de nuestra psiquis y nuestro cuerpo a lo que de afuera nos influencia. Ese trabajo que nos agobia, esa relación que nos hace sufrir, ese hábito que nos limita, ese compromiso que nos inhibe, lo que sea que esté causando estrés, pide liberación. Y cuanto antes emprendamos el proceso, más fácil será navegar las corrientes del año.
Este es un tiempo para prestar mucha atención a lo que hacemos día a día y prestar mucha atención en lo que pensamos. ¿en qué ponemos nuestra energía? ¿en que juego, trama, autoengaño, estamos atrapados? ¿qué ilusión nos distrae? Es tiempo de “apagar la tele” y de mirar hacia adentro, en lo más profundo de nuestra psiquis, de nuestro ser. Es fundamental cultivar un centro autónomo, saber cómo estar en el centro y haber hecho un trabajo con la sombra para conocer lo que late en lo oculto y lo profundo. Es un tiempo de ir al encuentro del crecimiento, no esperar que nuestro cuerpo nos revele las lecciones pendientes. Es un tiempo para elegir el disfrute por encima del sufrimiento. Esto implica trabajar con cualquier dolor que emerge con la alegría de que lo estamos liberando con gozo. Esta es la lección de este año : que podamos desarrollar la capacidad de amar la vida con toda su intensa realidad, sin huir de ella.
La primara Luna llena del año en Cáncer, signo en que la Luna está en su casa, en la que refleja con mayor potencia y fuerza sus cualidades, nos indica que este es un año en que es vital, y de sabios , sincronizarnos con la luna. Tenemos la oportunidad , mes a mes, de trabajarnos en armonía y unidad con el ritmo lunar natural. ¿qué creencia, hábito , nos lo impide? ¿qué resistencias no nos permite sacar tiempo, una vez al mes, para trabajar con la luna nueva? Sincronizarnos con la luna nos permite estar atentos y receptivos a los cambios energéticos de los astros; nos prepara para lo transformación. El 2012 es, a nivel astrológico, un año de mucho desafío y de muchas oportunidades. La intensidad del movimiento planetario solo va ir en aumento. Es recomendable , y muy sanador, trabajar con la luna, que es como nuestra madre, ya que es el cuerpo celeste más cercano a la tierra, y que nos ayuda a integrar y elaborar las energías celestes más complejas. Trabajar con la luna es una herramienta de cuido, salud y creatividad.
Si aprendemos a trabajar con la luna nueva integramos, cada mes, la energía de la sombra en nuestra vida, y la liberamos. Este trabajo nos permite energizarnos, anclar la energía en el presente, y nos prepara para recibir lo nuevo cuando sembramos con conciencia nuestras intenciones. Es un proceso alquímico de transformación poderoso y a nuestro alcance. Trabajar con la Luna es un entrenamiento energético ya que aprendemos a sentir las energías planetarias y a ser su canal. Aprender a ser canal es una de las experiencias creativas más hermosas que el cosmos nos ofrece, ya que ejercemos el don de la sincronicidad y el alineamiento y experimentamos de primera mano nuestra capacidad de crear junto a las fuerzas del universo.
La luna llena en Cáncer nos invita a que nos comprometamos a acudir una vez al mes a nuestra cita con la luna nueva y hagamos nuestra “tarea” . Lo único que tenemos que hacer es presentarnos, una vez al mes, para integrar las energías planetarias mediante una expresión artística, una meditación, o mediante el compartir con otros. Es importante que podamos abrir este proceso y que podamos sostener este compromiso el tiempo suficiente para ver sus resultados benéficos en nuestra vida. A la luna en Cáncer le gusta el compromiso y nos dice que la manera más bella de honrarla y de celebrarla es abriéndole la puerta de par en par a sus mensajes, sus ritmos y sus ciclos. Trabajar con la luna nueva es también una bella manera de sostener un rezo y un propósito, de no despistarnos por los caminos que nos distraen; es un proceso que nos ayuda a mantenernos enfocados y que nos permite atravesar situaciones confusas y sostener nuestro norte independientemente de los vientos que soplen a nuestro alrededor.
Esta luna (y este año) se presenta como una exaltación de las cualidades femeninas universales. La nutrición, la sanación, el cuido, la creatividad, la receptividad, el embellecimiento, el amor y la fecundidad son algunas de las virtudes que estarán a nuestro alcance siempre que lo deseemos y le permitamos la entrada. La luna siempre nos inspira con algún mensaje que embellece e inspira nuestra vida. Empezamos el año con una bella invitación a embellecernos de adentro hacia fuera y de armonizarnos con el amoroso cuidado de la presencia lunar en nuestra existencia. También es bello recordar cómo el cielo se embellece cuando su luz nos alumbra en las noches más oscuras.
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