Luna nueva en escorpio y eclipse solar
Por Paloma
Lunes 12 Noviembre 2012
Esta festividad nos ofrece una bella y útil metáfora para comprender e integrar la información que esta Luna nueva en Escorpio nos trae, intensificada por la fuerza y poder de este eclipse solar. Los eclipses multiplican el efecto de la Luna ofreciéndonos importante portales de transformación y cambio. Son momentos en que tenemos la oportunidad de crear nuevos patrones para nuestra vida, y de dar saltos cuánticos en nuestra
evolución, personal y colectiva. Los eclipses ocurren en pares, uno durante la Luna nueva (solar) y otro durante la Luna llena (lunar). Las dos semanas que transcurren entre la Luna nueva y a la Luna llena suelen ser un tiempo de revelaciones, de manifestación y de crecimiento. Cuando este crecimiento de la Luna, de nueva a llena, se da entre eclipses, realmente estamos en un pasaje, umbral, que funciona como un fractal en el cual podemos programar, darle forma, a nuestros deseos hacia la dirección que favorezca nuestra evolución. El tiempo entre eclipses es un micro espacio temporal que suele tener una repercusión e impacto de 6 a 12 meses hacia delante. Esta es la potencia de este momento, y por esta razón merece nuestra mayor atención y conciencia.
La energía de Escorpio funciona en tres niveles, y lo ideal bajo esta Luna nueva es reconocer en qué nivel nos encontramos y trabajar desde ahí. Así podemos integrar la lección que nos corresponde y aprovechar este periodo de transformación para avanzar hacia un nuevo territorio interno en el cual experimentaremos una mayor potencia personal que nos permite evolucionar hacia una nueva conciencia de nosotros mismos. Este proceso implica rescatar energía emocional estancada del pasado y moverla hacia el presente para desde ahí crear nuevas realidad . Esta Luna nueva y eclipse nos invita a librar la batalla interna necesaria e iluminar con la luz de nuestra conciencia todos los aspectos de nuestra personalidad y condicionamiento que operan como nuestros demonios internos. El miedo, la angustia, la duda, la vergüenza, la culpa, el control, la ira, la pereza, la gula, la avaricia, la codicia son algunas de las energías que pueden estar activas en estos momentos ya que la intensidad natural de Escorpio está exaltada, por lo cual estamos todos atravesando por un proceso de depuración emocional muy potente .
Bajo esta lunación el primer nivel de Escorpio se expresa a través de la energía de Marte, que se encuentra ahora en Sagitario, signo vinculado a “decir la verdad”. Marte representa la energía más primaria e inmediata de Escorpio. Este es un tiempo para observar si nos sentimos atrapados en reacciones desproporcionada de enfado y rabia. Si en el pasado no hemos sabido expresar nuestro enfado, si hemos callado lo que sentimos, si no le hemos dado voz ni forma a nuestra verdad, si no hemos sido sinceros con otros sobre nuestros sentimientos, este es un periodo en el cual podemos estar enfrentando momentos de rabia , frustración e impotencia que hacen hervir nuestra sangre o nos paralizan de miedo ante la intensidad de nuestras propias emociones destructivas. Cuando no expresamos nuestro enfado en el presente, es decir cuando no somos capaces de decir con sinceridad “no quiero”, “no me gusta”, “no me apetece”, cuando no actuamos con integridad personal, ya sea por miedo a herir, por miedo a perder el afecto de alguien, por miedo al cambio que implica nuestra expresión, lo que hacemos es que permitimos que ese enfado crezca silenciosamente en nuestro interior hasta convertirse en un “demonio” rabioso que nos aterra y nos paraliza, o que sale hacia afuera sin nuestra “autorización” y se expresa fuera de contexto, de manera desproporcionada, dejándonos vulnerables, aislados, confundidos y en estado de caos emocional .
Esta Luna nueva nos invita a ser muy sinceros con nosotros mismos sobre cada uno de los momentos en que hemos reprimido nuestro enfado, y lo hemos dejado crecer silenciosamente en nuestro interior, traicionándonos a nosotros mismos. El peligro de este lugar psíquico es que el ego captura nuestra capacidad de expresar nuestro deseo basándonos en un falso criterio de ser “buenos”, “tolerantes”, “civilizados”, cuando en realidad la trampa es que estamos alimentando una parte de nosotros que no se acepta ni se ama a sí misma, y que perpetua situaciones en que nuestra propia traición personal valida nuestra falta de valorización personal. Este es uno de los demonios que vive en nuestro interior y se alimenta de este círculo vicioso que no nos permite conectar con la expansión, la esperanza y la alegría. Esta parte de nosotros se ha alimentado durante años, desde nuestra tierna infancia, de la impotencia de entregar nuestro poder a otros, al tener miedo a ser castigados por decir lo que sentimos, por no saber decir que no . Esta dinámica emocional personal es además alimentada por un sistema político, social y económico que sustenta que expresar nuestro desacuerdo es peligroso.
Esta es la primera Luna nueva en Escorpio desde que Saturno entró en este signo, en Octubre de este año, y en el cual se quedará más de dos años. Este es un tiempo para mirar hacia dentro y ser sinceros en intentar comprender cómo nuestro caos emocional está generando un caos externo en nuestra vida y asumir responsabilidad por la ausencia de nuestros límites psíquicos. Aprender a decir que no cuando no queremos hacer algo es una responsabilidad personal y colectiva. Este es un tiempo en que también podemos ser testigos y experimentar el caos ajeno. En este contexto esta Luna nueva nos invita a abrir nuestro corazón con compasión y ofrecer un espejo que no refleje este caos , que no se haga partícipe del caos de otros. Esto implica trascender el juicio, la crítica y la necesidad de tener razón, y ofrecer un reflejo de nuestra verdad interna como ejemplo para quien esté pasando por momentos críticos. Es también nuestra responsabilidad no reaccionar a las provocaciones y distracciones externas, y mantenernos en nuestro centro amoroso, con el corazón abierto, mientras la depuración emocional ajena ocurre . Esto no implica aceptar el abuso, solo sostenernos firmemente en nuestra verdad sin alimentar la ira, la reactividad o la provocación.
El segundo nivel en el que Escorpio se expresa durante esta lunación está vinculado a la energía de Pluto, su regente nocturno. En este plano esta Luna nueva nos invita a danzar la energía de la transformación, a movernos en ella, a caminar el proceso de un estado interno a otro, con conciencia y creatividad. Este es un tiempo, por ejemplo, en que nos podemos dar cuenta que hay un abismo entre lo que deseamos y nuestra capacidad para llevarlo a la práctica. Este abismo, si nos tomamos el tiempo de explorarlo, familiarizarnos con él y de recorrer sus territorios, nos ofrece valiosas claves de las oportunidades ocultas detrás nuestras dudas. Las dudas sutiles sobre qué hacer, cuándo, con quién, nos llevan a buscar consejo, aprobación y la energía de otras personas en vez de nosotros mismos desarrollar nuestra potencia creativa personal. Este nivel es un puente, un territorio fértil de transformación alquímica en el cual somos capaces de reconocer nuestra sombra y de danzar con ella. Este proceso puede ser doloroso, pero a la vez, al reconocer y sentir la verdad que se nos presenta, elegimos ser íntegros y aceptamos el desafío de cambio. Este nivel implica un proceso de aprendizaje y de enseñanza.
Es posible que bajo esta lunación reconozcamos nuevas limitaciones, hasta ahora invisibles, y que podamos ver con claridad que lo que hasta ahora nos aportaba un beneficio ahora nos atrapa, y que no tenemos más alternativa que dar un paso hacia lo desconocido y decir que sí a lo que más tememos, que es a experimentar nuestros deseos y recursos en acción. En este nivel sabemos que podemos, sin embargo algo nos detiene, sabemos lo que queremos y sin embargo, sentimos los demonios de la duda y el control que no quieren soltarnos. Nos sentimos atrapados. En este nivel aprendemos a dejar ir algo, alguien, o algún aspecto de nuestro pasado, para que ocurra un renacimiento. Lo nuevo no puede nacer en el terreno de lo antiguo, algún aspecto de nuestra vida debe de desaparecer.
Pluto nos pide que seamos humildes y que reconozcamos que en muchas ocasiones desconocemos cómo somos y funcionamos , y que tal vez necesitamos apoyo o ayuda para atravesar este proceso de transformación y conciencia. En los pasados 13 años (desde que Saturno estuvo en Tauro, signo complementario a Escorpio) muchos de nosotros hemos aprendido a movernos en la danza de la transformación y a dialogar creativamente con nuestra sombra. Hemos atravesado muchas de las etapas del proceso de autorrealización. Este es un tiempo en que es importante no solamente saber pedir ayuda, sino también aprender a cómo ofrecerla y darla. Enseñar a otros cómo danzar el proceso de transformación es un don , un honor y un servicio, y una fuente infinita de alegría, vitalidad y salud.
Si estamos aislados, si nos sentimos solos y abandonados en nuestro proceso, esta Luna nueva nos invita a dar un paso y decir — “acepto tu ayuda”, “gracias por el apoyo”, “sola o solo no puedo”. Es un tiempo para cuidarnos de la soberbia y la autosuficiencia, porque la parte esencial de este camino de transformación tiene que ver con la apertura de nuestro corazón, y es el amor compartido, la solidaridad, la compasión y la empatía las fuerzas motoras de la luz, de la celebración y de la alegría. Todos estamos en el mismo proceso. Todos compartimos la misma relación de ego y alma, todos conocemos la profunda herida y el dolor de la separación de nuestro Ser Divino, todos estamos en el mismo bote, cruzando las aguas de la depuración personal y colectiva. En estos tiempos no hay excusas para estar solos, no hay excusas para no compartir lo que tenemos y sabemos. Es tan avaro quien guarda su amor y su medicina personal para sí mismo como quien no sabe pedir apoyo y ayuda, ni agradecerla. Pluto nos enseña a manejar el poder personal. Un poder que no está basado ni en jerarquías ni competitividad, ni en negocios, ni en pérdidas ni ganancia. Es un poder que se nutre del amor, la hermandad y creatividad compartida. Este es el camino de la abundancia y la prosperidad donde ninguno de nuestros demonios puede crecer ni alimentarse. Estas son las luces que marcan nuestro regreso a casa.
El tercer nivel en que Escorpio se expresa en esta Luna nueva tiene que ver con las aguas cósmicas de Piscis ya que, el día antes de la Luna nueva, Neptuno recuperó su marcha directa y al día siguiente de la Luna nueva, Chirón recuperará su marcha directa, también en Piscis. Durante esta Luna nueva Saturno en Escorpio hace un trino con Chirón en Piscis lo que nos habla de una herida ancestral , registrada en nuestros huesos y en nuestras células, que está lista para ser liberada de las entrañas del dolor, memoria heredada de nuestros abuelos y abuelas, hacia su liberación y renovación. Este es un momento sagrado en el que tenemos la oportunidad de conectar con la memoria infinita de la continuidad sagrada que es la vida dentro nuestro.
Estamos ante el umbral de un profundo despertar espiritual, la potencia de una iluminación íntima y personal vinculada a nuestro linaje, que necesita de cada uno de nosotros la voluntad y el compromiso de sumergirnos en las profundidades de nuestro Ser. Mediante el silencio, la introspección, el rezo y la oración , la meditación, la práctica devocional, las ceremonias sagradas de purificación y celebración, el canto y las danzas sagradas, o todo proceso que a través de nuestro cuerpo y de nuestra conciencia nos haga sentir nuestro vínculo ancestral con la vida eterna en nosotros, contribuimos a la liberación e iluminación de la Humanidad . La memoria de nuestra esencia divina, que sobrevive los siglos de ignorancia, abuso y sufrimiento del alma humana colectiva, late viva e intacta en nuestro Ser, en la memoria de nuestros huesos y de nuestras células. Si aprovechamos este umbral , depuramos ahora estas heridas, y permitimos la liberación de esta energía ancestral bloqueada, podremos experimentar el tránsito del sufrimiento a la alegría, de la muerte al renacer. La conciencia de la gratitud está anclada en honrar el camino de todos los que nos han precedido para así recuperar con valor nuestro linaje de amor, belleza y paz. Este es la gran liberación y la redención que nos ofrece esta lunación: gracias a nuestra conciencia , bendecimos a nuestro árbol genealógico e iluminamos el camino que nos ha precedido con el amor, la luz y la alegría de nuestro presente libre.
Chirón nos habla de un proceso de conciencia y de sanación corporal que combinado con Neptuno nos invita a encontrar nuestro camino espiritual en la memoria de nuestro cuerpo. Todo aquello que nos distrae de estar encarnados en nuestro cuerpo, de ser espíritu encarnado en la materia, todo aquello que nos lleve a escapar del dolor a través del trance, de psiquismos, de la voluntad de otros, de una espiritualidad desconectada de la realidad, es una trampa y un peligro. Nuestro mejor aliado es nuestro cuerpo, registro del presente, enciclopedia viva del camino de nuestra alma.
Durante esta Luna nueva de revelaciones es un buen tiempo para estar atentos a ver en qué nivel de nuestro cuerpo se está expresando lo que quiere morir y lo que quiere renacer. En qué parte de nuestro cuerpo se está moviendo la energía de este eclipse. Este es un tiempo para estar atentos a que nos duele, que nos irita, que nos pica, que parte de nuestro cuerpo se expresa a través de mucosidades, de tensión, accidentes, síntomas, que son voces que apuntan hacia dónde enfocar nuestra atención, conciencia y amor. Nuestro cuerpo es nuestro templo. Es ahí, en esta casa sagrada que somos , dónde gestamos y acogemos la vida, que nos toca trabajar, aprender, poner orden y conciencia. Es en nuestro interior que hemos de encender las luces de nuestra conciencia e invitar a las partes dormidas de nuestro ser a que despierten y se muevan hacia la fuente del esplendor que habita en nuestro corazón. Quien atraviesa este camino descubre que lo que llamamos demonios son simplemente dones y virtudes dormidos que reclaman nuestra atención, reconocimiento y amor. Al final todo en la existencia es parte de la unidad. La clave está en reconocer el poder de la transformación y aceptar comprometernos con este camino, en esta danza compartida. Este umbral de la Luna nueva nos invita a dar un paso más hacia este compromiso, celebrando la vida y el renacer que late en toda despedida y honrar nuestro camino sagrado hacia la luz.
Por Paloma
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