Luna menguante en géminis ::
cada pensamiento cuenta
Por Paloma, Luna de Abril
Sábado 8 Septiembre 2012
Durante cada Luna nueva sembramos nuevas intenciones, semillas, para nuestra vida, y esta semana que precede a este momento es el tiempo adecuado para limpiar y organizar el terreno para esta siembra.
El Sol en Virgo nos ayuda a enfocar nuestra atención en esta tarea, a organizarnos y a ser eficientes en procesos de discernimiento y orden. Este es un periodo propicio para reflexionar sobre los acontecimientos
de los pasados meses, y para observar con distancia cómo se ha desarrollado esta temporada de verano (en el hemisferio norte) para cada uno de nosotros. Podemos recapitular hasta mediados de Mayo, cuando ocurrió el primer eclipse en Géminis, hasta la pasada Luna llena en Piscis, este Jueves pasado. ¿cómo los cambios de las pasadas tres semanas y cómo todo los movimientos de este verano han impactado nuestra vida? ¿cómo se han expresado estos cambios? ¿cómo los hemos sentido? ¿cómo los hemos experimentado? ¿qué hemos aprendido? ¿cómo hemos crecido?¿en que área de nuestra vida se ha manifestado un movimiento evolutivo? ¿cómo nos sentimos ahora?
Muchas de las predicciones proyectadas en este año tan esperado y tan profetizado han estado orientadas hacia eventos externos cuyo impacto afectarían nuestra vida aquí en la Tierra. Terremotos, tsunamis, cambios gestados desde lo externo han influenciado nuestro imaginario y nuestras creencias sobre este año. Es probable que esta temporada de verano nos haya mostrado una cara más clara de cómo se está expresando esta energía del 2012 en nosotros y a nuestro alrededor. Muchos estamos atravesando verdaderos terremotos y tsunamis internos a través de nuestro proceso de despertar, de cambio y transformación.
Muchos estamos atravesando pérdidas, ya sea de seres queridos, de relaciones, de estabilidad material, de recursos, ideales, sueños. Estos cambios que toman forma de “pérdida” son detonantes de procesos profundos que nos conectan con la fuente de nuestra tristeza, o de nuestra rabia, con memorias olvidadas de un pasado herido. Para otros es un tiempo en que estamos experimentando la profunda riqueza de haber soltardo un agran carga y de movernos con mayor soltura , creatividad y libertad.
Esta energía es parte de la cuadratura de Urano y Plutón, que hemos experimentado de manera directa el 24 de Junio de este año, y para la cual nos estamos ahora preparando, ya que la segunda cuadratura ocurrirá este próximo 19 de Septiembre, entre la Luna nueva en Virgo, del 16, y la luna llena en Aries, del 30 . Es bueno recordar que la fricción entre estos dos planetas es parte de un proceso evolutivo que conlleva un margen de tiempo de tres años de intensidad (hasta el 2015) y que tienen efectos a muchísimo más largo plazo.
El día antes de la cuadratura exacta Plutón recupera su marcha directa, y tendrá un rol protagónico en esta próxima temporada. Dentro de esta cuadratura Plutón nos invita, tanto a nivel personal como a nivel colectivo, a llegar al fondo de cualquier proceso o situación. Bajo esta astrología todo lo superfluo, lo superficial, lo falso, lo ambiguo, lo enmascarado, lo oculto, va a pasar por la fuerza destructiva y regeneradora de este planeta. Cualquier ilusión, cualquier expectativa, cualquier proyección desencarnada de la verdad y de la realidad está destinada a ser investigada, develada, mostrada, visibilizada, destruida. Es parte del proceso y es inevitable. La mejor, por no decir la única, opción que tenemos es la de aceptar y rendirnos a este proceso. La segunda es abrazarlo, darle la bienevenida y amarlo.
Cualquier resistencia que sintamos o pongamos a esta muerte y este renacimiento al cual Plutón nos inicia implica, inevitablemente, enfrentar nuestros miedos más profundos y atravesarlos: implica enfrentar lo destructiva que es nuestra necesidad de control; implica enfrentar el uso (o abuso) que hacemos de la energía, propia o ajena; e implica enfrentar nuestra relación, la de nuestra familia, nuestros ancestros y la de nuestra cultura con el dinero, el sexo y el poder.
Si este es el campo de aprendizaje al cual Pluto nos inicia, si esta energía de transformación tan potente nos afecta a cada uno de los que estamos en este planeta, la pregunta que nos debemos hacer en este momento es ¿cuánta negación y cuánta resistencia estamos poniendo a sentir la verdad? ¿nos negamos a morir? ¿nos negamos a cambiar? ¿nos negamos a aceptar que el mundo tal y como lo hemos conocido hasta ahora está en vías de morir? ¿bloqueamos la energía o permitimos que fluya?
En estos pasados tres meses cada uno de nosotros hemos tenido la oportunidad de ver en qué ámbito de nuesta vida se ha expresado Plutón y cómo hemos respondido a su llamado. Esta Luna menguante en Géminis nos ofrece un momento ideal para recapitular, poner orden, tomar distancia y aprender de lo experimentado y sentido. Es importante que en este proceso de revisión y estudio, de cómo se ha expresado esta energía en nuestra vida, podamos sostener una mirada compasiva y amorosa, primero hacia nosotros mismos, como si fueramos nuestros propios hijos aprendiendo, y segundo y hacia todos los que nos rodean. El Sol en Virgo nos puede hacer críticos y nos puede enfocar en lo que no funcionó, en lo que hicimos mal y en los detalles imperfectos más que en la visión global, por lo cual es importante cuidar esa tendencia en nosotros.
Estamos aprendiendo a SER. Estamos aprendiendo a SER en libertad. Estamos apendiendo a reconocer que las creencias que hemos aprendido sobre nosotros mismos hasta ahora son los barrotes de una jaula dorada que se está desboronando, que nuestra identidad y nuestra noción de nosotros mismos atraviesa un proceso de transformación radical y que el camino más amigable para descubrir y vivir este proceso descansa en nuestra capacidad de aprender. El aprendizaje es un camino que nos coloca en un lugar receptivo y humilde ante los procesos difíciles ya que implica que reconocemos que no lo sabemos todo. Aprender nos ofrece una posibilidad de relacionarnos con nosotros mismos con amor y paciencia, de nutrirnos y de ver qué parte de nosotros está creciendo y necesita información, alimento, conocimiento y experiencia.
Para entender cómo funciona esta astrología es importante tener en cuenta en qué parte del proceso nos encontramos y no compararnos ni juzgarnos por lo que está experimentando nuestro vecino. Estamos todos en el mismo bote. Algunos ya hemos atravesado algunas puertas y nos podemos colocar en un lugar que puede ser de ayuda o útil para otros; otros recién estamos empezando a abrir puertas y nos damos cuenta que necesitamos apoyo y ayuda para cruzar los umbrales del pasado y así decir que sí a este proceso de liberación.
Para muchos de nosotros esta temporada de verano a supuesto un proceso de libertad, de apoderamiento y de creatividad muy potente. Este periodo nos ha mostrado la fuerza y la energía que está a nuestra disposición cuando estamos dispuestos a soltar y a lanzarnos al vacío de manera afirmativa y positiva. Este es un periodo en que se ha fortalecido nuestra confianza, en el que hemos tenido la dicha y la bendición de manifestar un sueños, un milagro. Para mucho éste está siendo un tiempo de confirmaciones y cosechas en el cual procesos largos de maduración, fe y confianza han rendido sus frutos.
Esto se puede dar a través de un problema antiguo resuelto, una reconciliación importante con alguien a quien amamos, vivo o muerto; también puede darse a través de un encuentro en que nos damos cuenta que no estamos solos y que muchos son los que están en el mismo camino y en la misma frecuencia que nosotros. Este puede ser un periodo en que tenemos la certeza que hemos cerrado puertas del pasado que nunca se volverán a abrir, y nos damos cuenta que al soltar nos hemos liberado.
El protagonista de esta lunación es Mercurio regente tanto de Géminis como de Virgo. Hay mucha energía mental ímplicita en esta Luna cuarto menguante en Géminis. Por un lado tenemos al Sol que hace una conjunción con Mercurio en Virgo , que a su vez hace una cuadratura con la Luna en conjunción con Júpiter en Géminis. Mercurio influencia nuestro estado mental, la calidad de nuestros pensamientos y nuestra cotidianidad. Conecta, comunica, crea vínculos, mueve información y es el mensajero de los Dioses, por lo cual también cumple una función divina.
El protagonismo de Júpiter en esta lunación nos habla de que este es un momento en el que podemos tener pensamientos de renovada esperanza, de apertura, de fe y confianza. Que independientemente de las dificultades que estemos viviendo en nuestra vida, tenemos de qué agarrarnos para mirar hacia delante con optimismo . Este es un tiempo en que podemos sentir con renovada energía que podemos tener éxito a pesar de las apariencias, que podemos creer en un cambio, que podemos creer en nuestro cambio y que lo estamos creando.
Júpiter tiene mucho que ver con el futuro y con nuestra capacidad de caminar hacia adelante con alegría y confianza, por desconocido e incierto que parezca el camino. Una alegría y una confianza que hemos construido y experimentando tomándonos el riesgo de seguir a nuestro corazón, de ser auténticos y sinceros, y de arriesgarnos a vivir desde nuestro deseo más profundo. Quien ha experimentado la respuesta que nos da la vida cuando damos el sí sabe que la tristeza nos puede florecer ahí donde estamos creando con amor.
Una de nuestras tareas es la de liberar el futuro de nuestro pasado. El cambio que soñamos no puede cumplir su misión en los términos del pasado, solo lo puede hacer a través de las puertas evolutivas de nuestro presente libre. Solo desde este lugar podemos crear lo nuevo.
El optimismo de Júpiter nos da un impulso en tiempos de dificultad, y, además, como buen maestro, nos muestra desde la mutabilidad de Géminis, que las circunstancias externas de nuestra vida puede que no cambien o mejoren, pero sí tenemos la posibilidad de cambiar nuestra mirada, nuestra interpretación de los acontecimientos que nos influencian. ¿Cuánto apego tenemos a una mirada o interpretación negativa, de miedo? ¿cuán dispuestos estamos a abrazar el cambio y a transformar nuestra manera de percibir lo que nos pasa? Por otro lado, no solo tenemos la capacidad de cambiar nuestra percepción y nuestra manera de reaccionar, sino que en el proceso nos podemos ir dando cuenta que este cambio interno de actitud transforma los eventos que nos influencian. La Luna menguante de hoy nos enfrenta a este juego mental en el que podemos pasar del drama a la risa , de la impotencia a la potencia, de lo letal a lo vital, con un simple cambio de actitud.
Urano y Plutón se encuentran a medio grado de distancia de la próxima cuadratura, el próximo 19 de Septiembre, mientras que la Luna llena del 30 de este mes, en Aries, incendia la astrología de esta temporada al hacer una conjunción con Urano en Aries. Es importante que aprovechemos esta Luna menguante y la próxima Luna nueva para ordenarnos y prepararnos para esta segunda vuelta, en la que Plutón tendrá protagonismo, ya que recupera su marcha directa el 18 de Septiembre, un día antes de la cuadratura con Urano. La invitación es radical : nos toca seguir soltando con la menor resistencia posible. Ahí donde querramos controlar el rumbo de las cosas, por más razón creamos tener, más difícil se puede presentar esta temporada. Esta es la presión evolutiva que estamos atravesando. Si a través del miedo, o la falta de comprensión de lo que enfrentamos, no asumimos el reto de nuestro tiempo, vamos a experimentar el resultado de estas decisiones .
Venus está ahora en Leo y desde ahí hará aspectos potentes con Urano, el 13 de Septiembre, y con Marte en Escorpio, el 27 de este mes. Esto implica que mucha de la presión que vamos a sentir este mes recae en nuestras relaciones más próximas. Nuestro corazón es el protagonista, y Venus, la Diosa del amor, viene a iluminar nuestro chakra cardiaco para fortalecer nuestro deseo de cambio y nuestra participación en él . La pasión es un motor que nos mueve con fuerza, ¿en dónde la colocamos? ¿cómo usamos esta energía? ¿la desperdiciamos?
En este tiempo podemos enfrentarnos a cómo los procesos de cambio de seres queridos muy próximos nos afectan profundamente; podemos experimentar cómo los viejos modelos románticos que hemos aprendido como ritual de intercambio de energía resultan obsoletos como vehículos de expresión de nuestro corazón; podemos sentir una renovada apertura a amar y ser amados desde la libertad; podemos empezar a experimentar la diferencia entre relaciones basadas en la sanación y liberación del karma de las relaciones libres de karma.
Neptuno está potentemente vinculado a Venus por lo cual también este es un tiempo para estar atentos la as proyecciones ilusorias y románticas poco simentadas en la realidad. El Sol en Virgo nos da la capacidad de enfriar nuestro entusiamo desmedido e infantil para poder anclarlo en la practicidad. El reto está en discernir entre el optimismo jovial (que se nutre de un camino y una experiencia adquirida) del entusiasmo escapista que nos aleja del compromiso y la responsabilidad. Este es un buen tiempo para templar el fuego del execso y cultivar el don de la Esperanza desde la Tierra de Virgo y el equilibrio de Saturno. Esta Luna cuarto menguante nos invita a hacer el mejor uso posible de nuestra capacidad interna de observación ,a través de nuestro testigo interno, y de estar atentos a cada pensamiento y acto que emitimos. Este es un tiempo para estar atentos a nuestras verdaderas motivaciones y aprovechar esta próxima semana, hasta la Luna nueva en Virgo, para depuranos de toda distracción, de toda trampa, que nos aleja de pensar y actuar en la manifestación de un cambio constructivo para todos, en belleza y en paz.
Por Paloma
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