La simplicidad de la vida
Jeshua a través de Pamela Kribbe
Queridos amigos:
Yo soy Jeshua. Es con gran alegría en mi corazón que estoy aquí conectándome con ustedes. Los amo profundamente y estoy conectado con ustedes como un hermano. Yo fui un ser humano como ustedes, conozco todas las luchas que atraviesan como seres humanos. Las conozco desde adentro, yo no fui un santo. Fui un ser humano y tuve una conexión con la luz, pero también experimenté dolor y duda en mi vida y así es como puedo conectarme con ustedes tan profundamente. Somos uno.
La energía Crística no es sólo mía; yo fui un mensajero, un representante de esta energía. Vine aquí a la Tierra a recordarles a todos ustedes la luz interior. La luz es universal, la compartimos. Y cuando ustedes sienten esta luz, la energía del Cristo interior, todo se vuelve muy simple. ¿Pueden sentir en este momento la simplicidad de quién soy yo? Yo los acepto a ustedes tal cual son. Veo a muchos de ustedes luchando en sus vidas, hay tensión en muchos de ustedes. Están sufriendo mucho. Hoy yo quiero recordarles la simplicidad de la vida. Alguna vez ustedes conocieron esta simplicidad desde adentro; eso fue cuando eran niños. Un niño no piensa acerca del mañana o del ayer, ellos están aquí en el presente. Los niños tienen una fácil conexión con su divinidad, con su luz. Ellos no dudan de que sean buenos tal cual son.
Ahora mientras hablo sobre esto, viajen con su conciencia adentro de su cuerpo. Vayan a su corazón y dentro de su vientre. Así es como encuentran al niño interior. Recuerden este lugar interior donde pueden disfrutar el momento.
Un niño es capaz de recibir, no hay juicio en un niño, ellos toman la vida como es. Sientan esta energía dentro de su vientre. Atrévanse a abrirse a la vida otra vez. Cuando eran un niño ustedes se atrevían a tener grandes sueños. Ahora mismo necesitamos tener grandes sueños en la Tierra. Los tiempos están cambiando, y más personas se están volviendo conscientes de que algo tiene que cambiar. Sólo podemos cambiar este mundo si las personas saben cómo regresar al niño interior: la fuente de alegría y amor incondicional.
¿Cuáles son sus sueños? ¿Cuáles eran sus sueños cuando eran niños? ¿Recuerdan tan sólo el sentimiento de aquello? Ahora vean al niño en frente de ustedes, el niño que ustedes fueron. Ella o él lleva una flor; la flor viene de su corazón. ¿Pueden sentir lo que este niño o niña tiene para ofrecer al mundo? Es una energía tan única y especial. ¿Pueden admirar la inocencia y el coraje de este niño? Ellos han venido a la Tierra, a un lugar repleto de peligro y miedo, llevando esta delicada flor con una pasión en su corazón para compartirla con el mundo. Acaricien a este niño interior. ¿Cómo luce la flor en este momento de sus vidas? ¿Está floreciente, está saludable? ¿Sienten tensión, miedo, amargura alrededor de ella? Ahora imaginen que ustedes extienden sus manos hacia la flor y le dicen: “Eres tan hermosa, tan preciosa. Voy a serte fiel.”
La flor es un mensaje de su alma. Contiene la energía que su alma desea manifestar en la Tierra en esta vida. Vean esta hermosa flor y noten si hay dolor, desaliento o miedo dentro de ustedes acerca de su destino. Observen estas emociones con compasión. Ustedes son muy valientes incluso por estar aquí en la Tierra. Están aquí ahora para traer cambio, para traer luz a la Tierra, pero también están aquí para tener alegría en la vida. Recuerden la simple alegría de ser un niño, viviendo espontáneamente de acuerdo a su naturaleza. No se espera que al traer luz a la Tierra ustedes se desgasten. Ustedes también son un niño de la Tierra. La Madre Tierra desea darles todo lo que ustedes necesitan.
Cuando yo estuve en la Tierra tuve una misión. Vine aquí a plantar las semillas de una nueva conciencia. Ustedes esencialmente tienen la misma misión que tuve yo. Ahora, este mundo puede volverlos muy triste. Su misión depende de su habilidad para también tener alegría aquí, y para recibir como un niño. Cuando ustedes se sientan decaídos y deprimidos, recuerden conectarse con el niño interior en su vientre. Diviértanse y tómense las cosas a la ligera por un momento. No importa cómo se sientan, el niño lleva su energía vital, su espontaneidad.
Véanse como un hermoso ángel de luz. En su falda está su niño interior. Juntos ustedes están creando su camino en la Tierra. El niño representa su parte terrenal. Como un ser cósmico tomando forma humana, ustedes tienen que trabajar con las emociones del niño. Siempre que el niño se sienta triste, o enfadado o temeroso, ustedes tienen que tomar seriamente estos mensajes. Como un ángel ustedes pueden atender a este niño. El niño sostiene la clave para el paraíso en la Tierra. Cuiden de él o de ella con ternura, y al tratar con otras personas siempre recuerden que hay un pequeño niño dentro de ellas también.
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© Pamela Kribbe 2012
http://www.jeshua.net/
Sitio en español:
www.jeshua.net/esp
Traducido del inglés por Sandra Gusella
El Manantial del Caduceo con la debida autorización del sitio original cuenta con todo el material en archivo Word el cual podrán descargar desde su sitio www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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