Luna Nueva 13 Diciembre 2012
Despertares
Por Ximena Eduarda
Plasma Core - Chaoscope
Lea sintiendo que no pensando
Ciclo 9 Vuelo 12 Día Solar: 173 Día Lunar: 27 Gregoriano: 9/XII/12
Saludos. Volamos sintiéndonos gigantes, como la ola que nos envuelve, con nuevas resonancias y libres, inimaginablemente libres como se siente la Luna.
Dibujado en los Cielos > La Ola Gigante
Los gigantes dibujaron a la Ola Gigante, o al menos intentaron perfilarla que su descomunal tamaño así como sus impactos superan en mucho al sistema solar. Nos dibujaron, porque ya somos parte de la Ola Gigante que comenzó a cambiarnos las resonancias en el anterior mes lunar (ver Luna Nueva y Luna Llena anteriores).
La Ola Gigante alcanzará su máxima intensidad con la Luna Nueva, magnificándolo todo y con impulsos tales que quedamos como suspendidos en el aire, suspendido todo alrededor, suspendidas las realidades menores, suspendida la vida cotidiana que se pierde bajo un manto descomunal que absorbió todo lo que pudo y más. Pero la suspensión es una consecuencia, la causa es la liberación que produce la Ola Gigante, donde libre deja de ser un concepto utópico y nosotros suspendidos por la Ola Gigante literalmente somos libres.
Lo anuncian los cielos y sentimos que estamos separados de los centros en torno a los cuales girábamos y al mismo tiempo absorbidos hacia otro; extraídos de fuerzas centrífugas menores por una centrípeta mayor.
Disposiciones de los Gigantes Solares > La Ola Gigante
El encuentro de Mercurio con Venus entre el 18 y 19 de diciembre, marca el momento en que las fuerzas que vino arrastrando la Ola Gigante alcanzan su máxima intensidad, en vuelo y en recorrido. Pero desde esta Luna Nueva, ambos planetas ya nos magnetizan, nos absorben, nos inducen… además sobrecargados con las emanaciones del último eclipse (28 Nov) que retornó con las Inducciones.
La conjunción de la Tierra y Júpiter, desde la última Luna Llena y hasta el 6 de diciembre, que nos cargó, recargó, descargó, sobrecargó… en resumen nos licuó para reconducirnos las energías hacia la fecundación de otros tiempos y espacios, dejó una gestación en curso sostenida por las fuerzas de tres gigantes: el rayo fecundador (Júpiter), los fluídos inseminadores (Mercurio), la fuerza conductora (Marte).
Próxima estación: vida regenerada.
Será en el próximo solsticio, cuando la Flecha alcance su objetivo o la Ola Gigante impacte. Entonces, la tríada de Júpiter, Mercurio y Marte habrá dado vida a otras tres tríadas (trígonos, triángulos) donde la Tierra será la protagonista principal.
Mientras, las fricciones, manipulaciones y resistencias, vendrán desde las interacciones entre Urano, Mercurio y Plutón, como pugnas para mantener privilegios en estos tiempos que los disuelven, o, para ganarse privilegios en momentos donde se reestructuran hasta las más ínfimas moléculas, átomos y partículas.
La Nube de Rho Ophiuchus entre las constelaciones de Ophiuchus y Escorpión, y a 3° al norte de Antares
Disposiciones Vistas desde la Tierra > Ondas Trifásicas
Las Ondas Trifásicas que para la última Luna Llena destaparon las ‘conducciones’ arbitrarias y artificiosas, a través de las emanaciones de Júpiter, Lilit y la Luna, dejándonos estampada la confusión y a flor de piel la duda permanente, parecían ser un asunto pasajero que terminaría mimetizándose con las próximas mareas.
Esas fueron tan sólo las apariencias a las que estamos acostumbrados acá en la tierra; por el contrario, en los mundos que no se ven, las Ondas Trifásicas desataron una concatenación de olas que se despliegan revelando lo oculto, destapando lo encubierto, sacando a la luz lo que sucede trás bambalinas.
Dibujo de Kepler mostrando la ubicación de la Supernova 1604 en el pie derecho de Ophiuchus
Provocan esta concatenación de revelaciones Júpiter y Lilit que en esta Luna Nueva alcanzan su encuentro más cercano (conjunción), y que continuarán en cercanías durante el próximo solsticio (dic21) e inclusive hasta la Luna Llena del 28 de diciembre.
Mientras, la tríada de Ondas Trifásicas, en tres tiempos y tres dimensiones, tres veces activas nos mostrarán:
Júpiter y Lilit junto a Quirón y Mercurio, que desde la anterior Luna Llena triangulan “las cargas del eclipse con la misión de dirigirlas hacia las resonancias que va adoptando la Ola Gigante en su camino, enmarcados en las emanaciones del eclipse del 28 de noviembre” nos mostrarán cuáles serán los tiempos y espacios que estaremos caminando, manifestándose en las nuevas dimensiones que ya nos fluyen. Más que elección, estas dimensiones se han dado, han llegado, de alguna manera en ellas hemos acabado, como causa o consecuencia, buscando o inducidos.
Saturno, Neptuno y Plutón mostrarán las corrientes de la Ola Gigante, con una serie de olas pequeñas que anticipan lo que viene, corrientes que nos arrastran a otros espacios y tiempos, donde nuestra atención estará centrada, donde se abren nuevos caminos o dejan caminos libres para incursionar, donde los tiempos se acortan, donde la resonancia agita las aguas y hace temblar la tierra para reconducir el rumbo de las cosas.
Urano, Saturno y Marte manifestarán los nuevos niveles de resonancia y con ellos cuáles las líneas de tiempo que estaremos viviendo, las cuáles no son lineales, sino más bien son ramas de existencia que seguimos de acuerdo a las vibraciones de nuestras acciones, que existen antes y después de nosotros, a las cuales llegamos por sincronización.
M29: Alas de una Nebulosa Mariposa
Wings of a Butterfly Nebula
Emanaciones de la Luna > Inimaginablemente Libre
Ophiuchus, Atlas Coelestis, John Flamsteed, 1729
La Luna está en el centro o centros que emanan los tiempos y espacios en plena transformación, sintiendo lo inimaginable y a la vez la liberación, de esas que transforman el significado de libre en inmensidades que no había imaginado:
En la línea de tiempo del Sol, quien a su vez se encuentra en los umbrales de la línea de tiempo del Centro Galáctico (el Sol pasa por esta línea del tiempo una vez al año, durante el soslticio de invierno en el Hemisferio Norte y el solsticio de verano en el Sur), el vórtice mayor que nos reconfigura la existencia, más allá de las moléculas, haciéndonos sentir que estamos lejos del hogar o el origen, despertando el sentido de libertad para retornar.
En la línea de tiempo de las fuerzas desatadas por El Arquero, la Luna siente el llamado a cortar amarras y zarpar en búsqueda de lo olvidado, su historia, su camino, su origen, sus mundos fuera de los mundos pre-fabricados.
En la línea de tiempo de Ophiuchus que son uno con la serpiente transformadora, más la línea de la Tierra que se apronta a ser protagonista del próximo solsticio, siente que es parte de un sueño inimaginable en el que sus conocimientos despiertan, pero también despierta del gran letargo sabiendo que ese sueño era demasiado imaginable y ser libre deja de ser un sueño.
¡Que seamos inimaginablemente libres despertando nuestro ser!
Por Ximena Eduarda
www.losbosques.net
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