El poder de la palabra/ Por Andrea de la Mora

El poder de la palabra

Por Andrea de la Mora

El Universo está creado de energía. Todo, en sus distintas densidades y vibraciones, es energía. La palabra oral es energía sutil, la palabra escrita es un poco más densa, casi se puede tocar.

Las palabras representan cosas, son figuras que comunican un significado. Ese significado puede ser universal y estar inserto en la conciencia colectiva como símbolo, (Por ejemplo, la palabra mamá está relacionada a amor incondicional, entrega y protección) o personal, el cual está directamente relacionado con la percepción que el que escuche o lea la palabra tenga de la misma. (Por ejemplo, “cocodrilo” puede ser una palabra excitante para un biólogo y terrorífica para un turista.)

La palabra es acción, porque a través de ella pensamos, comunicamos, nombramos y originamos proyectos, relaciones, ideas, sociedades… todo lo que existe está directamente relacionado con el poder de la palabra.

A través de lo que pensamos, escribimos y decimos producimos nuestra realidad. Generas con tu palabra, esa es la ley. Cuando escuches frases como: “Eres el co-creador de tu vida.”; se hace alusión a esta ley.

He traído muy en mente este tema porque me parece que si todos nos responsabilizamos de nuestros pensamientos y comunicación, podemos ayudarle a nuestras comunidades a vivir en paz, Luz y vibrar en la más alta frecuencia: el amor. Así que la invitación es a que uses el poder de tus palabras en tu mayor beneficio y el de las personas que te rodean.

¡Nos haces un gran favor a todos en el Universo!

Co-crea con tus palabras:

1. Si te sorprendes usando palabras que tengan una densidad energética de conciencia inferior, cancélalo sembrando pensamientos de conciencia superior y potencializando tu energía amorosa.

2. Mantén una comunicación interpersonal asertiva e intrapersonal honesta. Recuerda que todo lo que creas está relacionado a tus palabras, úsalas a tu favor y no en tu contra.

3. Decreta. Utiliza afirmaciones en presente, positivo y primera persona de tus deseos, proyectos y necesidades. Ejemplo: “Soy una persona saludable.”

4. Bendice a través de tus palabras. Ora, medita y pide por todos los seres sintientes, por las galaxias, por tu país. Todos nos beneficiamos de tus intenciones y acciones.

Namasté
Andrea de la Mora
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