miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lección 40:
Dominando con Maestría la Duda
Por John McCurdy


Queridos creadores, en esta lección deseamos hablar de la duda. Porque la duda es una de las energías más insidiosas, más difíciles con las que cualquier humano tiene que lidiar. La duda fue creada por los humanos. La duda viene de la mente humana, de la mente humana que ha olvidado quién y qué es.

Verán queridos amigos, cuando vinieron a la Tierra la fundaron para que se olvidaran. Crearon una mente para ayudarles a interactuar con el entorno físico, y luego se permitieron creer que esa mente es quienes son. Y se sumergieron en la vida, tuvieron experiencias y cometieron lo que ustedes llamarían errores, que les hizo sentir dolor; que les hizo sentirse heridos; que les hizo olvidar aún más quienes eran.

Su mente trató valientemente de entenderlo todo, pero no pudo. Se le ocurrieron un montón de teorías. Aprendió mucho sobre cómo funcionan las cosas, al menos en la superficie. Desarrolló mucho de lo que se podría llamar conocimientos técnicos, pero hasta el día de hoy su mente nunca ha entendido quiénes son en realidad y cómo funciona la vida realmente. Así que su mente hizo todo lo posible por protegerlos. Creó esta cosa llamada duda para que redujeran su ritmo un poco.

Oh, al principio estaban tan ansiosos por experimentar la vida, y se sumergían en cualquier cosa con tal de averiguar lo que era. Y cuando ese oso que atacaron en cambio se los comió, regresaron de nuevo y añadieron ese conocimiento a su mente: No se debe atacar a un oso con las manos vacías.

A medida que pasaron por su experiencia en la Tierra, su mente aprendió cuantas cosas existen a las que hay que tenerles miedo, y también comenzó a aprender cuantas cosas existen que no podía comprender. Y así, en su esfuerzo por protegerlos su mente creó la duda, y cada vez que se enfrentaban a una situación nueva o desconocida su mente hacía surgir todos estos temores, todos estos recuerdos del pasado de cuando fueron lastimados. Y en la mayoría de los casos, esa duda los detiene en seco.

Su duda les fue de mucha ayuda en el sueño, a veces demasiado. A veces los detuvo, los mantuvo atascados. Y esas personas que han sido las más exitosas son las que han aprendido a dominar con maestría una parte de su duda. Pero en raras ocasiones ha habido un humano que haya sido capaz de realmente avanzar más allá de su duda.

Ahora queridos amigos, ya que están despertando del sueño su duda está entrando con más fuerza que nunca. “¿Quién eres tú”, pregunta su duda, para llamarte un creador? ¡Mira todas las cosas terribles que has pasado! Mira todo el dolor que has experimentado, todos los errores que has cometido. Mira todas las personas que te han lastimado. ¿Cómo podrías llamarte a ti mismo un creador?

Oh, queridos amigos. ¡Han pasado por muchas cosas! Y su mente lo recuerda todo. Algo de ello ustedes sólo recuerdan la sensación, pero todo está ahí. Y ahora, al entrar en lo que se siente como lo más desconocido que alguna vez hayan experimentado, lo desconocido de la conciencia, de ser un creador divino, de ser un ser soberano sin guía, sin nadie a quien recurrir fuera de ustedes; al volver a casa a ustedes su mente, a pesar de que lo quiere tanto como ustedes, está aterrorizada. Así que saca toda esta duda.

Éste que llaman John, este querido humano que les habla ahora, él conoce muy bien la duda. Han pasado más de seis meses desde que canalizó nuestra última lección, a causa de su propia duda, queridos amigos. Verán, hace aproximadamente un año comenzó a abrirse a una nueva parte de su propia conciencia. Comenzó a dejar que yo, su alma, hablara a través de él. Al principio era una simple conversación en su diario. Y luego le pedí que sacara su grabadora y empezara a hablar. Y así lo hizo, y estaba sorprendido de lo que dijo.

Así que John comenzó a emocionarse. Dijo, “¡Escribamos un libro juntos!”

Y yo dije, “¡He esperado tanto que me lo pidieras! Sí, ¡empecemos!” Así que empezamos. Comenzamos este libro que se llama Creadorazgo 101: Cómo Ser el Creador que Eres, y juntos creamos muchas lecciones. Y entonces la duda entró.

A medida que John transcribía las lecciones no le gustaba la forma en que salía la redacción. No le gustaba la forma en que fluía en la página. No parecía lo suficientemente buena. Así que reescribió partes de ellas, las editó, cambió las palabras aquí y allá, para tratar de decir más claramente lo que quería decir. Pero entonces a medida que regresaba y las leía de nuevo aún no le gustaba. Todavía no le gustaba la forma en que salía. No confiaba en que fuera lo suficientemente buena.

Así que volvió a la transcripción original y dijo, “Esto no es lo suficientemente bueno para un libro. El texto no se siente como que puede valerse por sí mismo así que voy a crear un sitio web en su lugar, donde pueda poner tanto el texto como el audio y publicar ambos juntos.” Porque cada vez que escuchaba las lecciones sentía lo buenas que eran, y lo importante que es este material.

Así que creó un sitio web, y comenzó a publicar las lecciones. Y después de un tiempo se desanimó. Era mucho trabajo, y nadie respondía. Y muy pronto tenía un montón de lecciones por delante. Era fácil sentarse con la grabadora y canalizar una nueva lección, porque nos encanta hablar con ustedes, queridos amigos.

Muy pronto tenía un montón de lecciones que transcribir, y decidió que realmente tenía que ponerse al día antes de canalizar más. Así que retrocedió, y nosotros esperamos pacientemente, porque sabíamos que John estaba pasando por algo muy importante.

Y entonces sucedió algo gracioso, algo sorprendente para John. Una amiga le pidió a John si podía traducir sus lecciones al español, y ella comenzó a enviar esas traducciones a otras personas. Y de repente, John empezó a ver respuestas en su sitio web a las lecciones. La gente empezó a comunicarse con él, algunos incluso querían coaching, ¡pero todos hablaban español!

John estaba sorprendido por la repentina cantidad de interés que su sitio web estaba generando, y vino a nosotros y nos preguntó, “¿Por qué está generando todo este interés de personas con las que ni siquiera puedo hablar, porque no conozco su idioma, pero no le interesa en absoluto a las personas aquí en mi propio país?”

Y dijimos, “Querido John, ¿has permitido que cualquiera que hable inglés sepa que existe?”

Y John dijo, “Tengo miedo. Tengo miedo de que no les guste. Tengo miedo de ser ridiculizado.”

Así que esperamos pacientemente. John se vio envuelto en un trabajo espiritual profundo de sí mismo, comenzó a despertar nuevas partes de sí mismo, y en el camino prosiguió y terminó las transcripciones de todas las lecciones, porque ahora la gente las pedía. Y se encontró con otro montón de cosas para distraerse, para prolongar el proceso, porque sabía que una vez que terminaba no estábamos completos, y que tendría que empezar a canalizar de nuevo. Y una parte de él le ha tenido mucho miedo a eso.

Así que John conoce la duda muy, muy bien, y también sabe lo que se necesita para llegar a dominarla con maestría. Así que queridos amigos, una vez más nos dirigimos a ustedes. Una vez más John se ha abierto a su propia alma, a todo lo que él es, porque ha elegido dominar con maestría su duda. Ha optado por ir más allá de ella.

Durante este tiempo—¡oh, no fe en vano! Durante este tiempo John reunió a muchos de sus aspectos. Trajo a casa a muchas partes de él que tenían miedo. Trajo a casa vidas en las que fue ridiculizado, y castigado, y lastimado, porque se había atrevido a compartir sus puntos de vista, a decir su verdad.

Porque miren queridos amigos, hay buenas razones para su duda. Han sido lastimados en el pasado. Han sido lastimados por compartir su verdad, por vivir su verdad, y debido a eso su duda entra y dice, “¡No lo hagas! ¡No seas quien eres, porque si lo haces serás lastimado!”

Queridos amigos, no se pueden ocultar para siempre. Y ahora ha llegado el momento. Las energías son diferentes ahora. La conciencia es diferente. No serán lastimados por ser quienes son. Ese tiempo ha pasado. Esos juegos han terminado. ¡Ahora es el momento de salir, de ser y expresar todo lo que son! Ha llegado el momento de ir más allá de la duda.

Entonces, ¿cómo se hace?

Bueno queridos amigos, es como todo lo que hemos hablado. Se inicia con la aceptación. Se inicia con el reconocimiento de su duda, con traerla a su conciencia. Se inicia con la apreciación de su duda, y todas las formas en que les ha servido. Se inicia con apreciar cómo su duda, incluso ahora, está haciendo su mejor esfuerzo por servirles, y con darse cuenta de que ya no sabe cómo hacerlo. Porque ustedes están en un lugar diferente, y su duda ya no aplica.

Sin embargo, todavía está tratando de servirles, así que es necesario amarla. Es necesario agradecerle. Es necesario traerla a casa. A medida que lo hacen se darán cuenta de los aspectos de ustedes que representa. Quizás no en detalle, pero sentirán los sentimientos de esos aspectos. Y entonces, llegan a amarlos, y a permitirles volver a casa.

Verán, el querido John pasó muchas vidas en servicio. Pasó muchas vidas en la iglesia, haciendo todo lo posible por enseñarles a las personas la verdad, por enseñarles una mejor manera de vivir, por enseñarles a amarse unos a los otros y a sí mismos. John amaba a la iglesia mucho. Ayudó a construirla. Pasó muchas vidas en ella, y hace como cien años, en cierta vida en Francia, la iglesia empezó a ridiculizar a John porque a él no le gustaba el control que le obligaban a poner en la gente. Así que dijo lo que pensaba.

Oh, en esta vida no lo quemaron en la hoguera o nada dramático por el estilo. Simplemente hablaban a sus espaldas. Se burlaban de él, y de cierta manera era mucho más doloroso que ser quemado vivo. Y así durante muchas vidas desde entonces John se oculta. Él ha estado tratando de encontrar su voz, pero ha estado huyendo de ella al mismo tiempo. Él vivió muchas vidas en servicio, de maneras que no lo obligaban a decir su verdad. De maneras que lo mantenían alejado de las masas.

El pasó esta vida, hasta hace poco, esforzándose tanto por encontrar su voz y eludiéndolo. Cuando era joven se encontraría en una situación en la que tenía que decir algo importante, y las palabras desaparecían. Se encontraría sin palabras, y no podía entender por qué. Era a causa de su duda, queridos amigos, una duda tan profunda que ni siquiera consciente de que la tenía. Pensaba que tal vez había algo malo con su cerebro, pero no era así.

En los últimos años John por fin comenzó a regresar a sí mismo. Ha comenzado a despertar. Ha comenzado a traer a casa todas esas vidas, todos esos aspectos de sí mismo. Como lo ha hecho, su voz ha vuelto poco a poco, hasta ahora es capaz de hablar con ustedes. Oh, sigue siendo a través de una grabación. Pero muy pronto estará hablándole directamente a la gente, y me estará canalizando a mí, su alma, cuando lo haga.

Así que queridos amigos, queridos creadores, no están solos en su duda. ¡Y tienen muy buenas razones para ello! Pero ya no les sirve. Tanto como lo intenta, su duda ya no les sirve. Así que háblenle. Hablen consigo mismos. Recuérdense quiénes son. ¡Son un creador divino y soberano!

Su mente ya no puede protegerlos, queridos amigos, porque su mente no comprende hacia dónde se dirigen. Su mente sólo entiende el sueño, y ustedes se están despertando del sueño.

Pero queridos amigos, ya no necesitan ser protegidos. ¡La verdad es, la verdadera verdad, es que nunca, nunca, nunca han cometido un error! Ustedes sólo han creado experiencias, y cada una de esas experiencias les ha dado sabiduría. Ha acrecentado a quienes ustedes son. Ha acrecentado a quien Dios es. Ha acrecentado a todo lo que es, queridos amigos.

Nunca, nunca ha habido un error. Oh, ha habido momentos en los que se han sentido lastimados. Ha habido momentos en los que se han sentido perdidos, en los que han sentido la más profunda agonía.

Pero queridos amigos, ¡fue un sueño! ¡Fue sólo un sueño!

El verdadero ustedes no se vio afectado. El verdadero ustedes no se puede lastimar. Y ahora queridos amigos, están volviendo al verdadero ustedes. El sueño se está desvaneciendo, y no pueden ser lastimados así ya.

Así que miren a su duda, queridos amigos. Mírenla a los ojos. Cálmenla. Agradézcanle. Abrácenla y tráiganla a casa a ustedes. Y luego sigan adelante. Y entonces hagan lo que temían hacer, porque ahí queridos amigos, es donde se encontrarán a sí mismos.

El sueño ha terminado. La duda era sólo una parte del sueño.

Ahora es el momento, si están dispuestos, de dar un paso adelante confiados. Ahora es el momento de mirar su duda, de honrarla y reconocerla, e ir más allá de ella. Porque tú eres un creador, querido amigo. Eres un ser divino magnifico, y no tienes absolutamente nada que temer.

Somos completos.
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http://www.creatorship101.com/
Traducido por Maribel González – marigo28@gmail.com
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