Actúo siguiendo los deseos de mi corazón
A veces me pregunto: ¿He logrado mis anhelos y sueños? ¿Estoy dónde quiero estar? Cualquier descontento que siento con mis circunstancias presentes puede ser un indicio de que debo despertar los deseos que se han quedado dormidos y prestar atención a los ideales de mi corazón.
Quizás he de demostrar mi creatividad, viajar a lugares lejanos o servir a Dios y a los demás. Exploro mis inquietudes y considero nuevas posibilidades. Mi alma se enaltece a medida que expando mis horizontes.
Permanezco flexible y no me limito por lo que piense que puedo hacer o no. El Espíritu morador provee todo lo que necesito para satisfacer los anhelos de mi alma.
Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: "Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido". —Lucas 15:9
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